Por Rogelio Romero
Texas.- El presidente del Instituto Americano del Petróleo, Mike Sommers pidió a las autoridades reguladoras de energía de Texas, rechazar la propuesta de exigir a las compañías petroleras texanas; reducir en un 20 por ciento su producción de crudo para el mes de mayo.
En el estado las decisiones sobre el marco regulatorio que debe seguir la industria de gas natural e hidrocarburos, las toma la Comisión de Ferrocarriles de Texas.
Los tres miembros del organismo gubernamental tendrán una reunión la próxima semana, para decidir sobre las medidas que deberán tomarse para proteger a la industria petrolera texana, cuyo precio de barril West Texas, cayó a niveles históricos hace varios días.
Una de las propuestas es pedir a las compañías que operan en el estado reducir su producción petrolera en un 20 por ciento, siguiendo la misma línea que tomó el grupo de países formado por la OPEP+ y alcanzó un acuerdo de aminoran su producción de hidrocarburos a 9.5 millones de barriles por dia.
Sommers quien es titular del American Pretroleum Institute, cuya organización representa a más de 600 productores, distribuidores y vendedores de gas y petróleo en el país, señaló que “las autoridades texanas debe dejar que el mercado siga su curso y que en forma libre se estabilicen los precios internacionales del crudo”.
Resaltó que la industria de gas y petróleo de Texas será crucial en la recuperación del mercado interno, una vez que pase la pandemia, ya que ayudará al abastecimiento y necesidades de energía que requerirán millones de consumidores.
Destacó que si el estado estableciera una cuota obligatoria de producción a las compañías petroleras, esto solo penalizaría a los consorcios más eficientes y traería consecuencias negativas de largo plazo para el liderazgo en el sector energético de Estados Unidos.
Agregó que de acuerdo a información de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, la producción diaria de petróleo del país, caerá en este 2020 a 11.8 millones de barriles diarios, lo que significa una reducción de 500 mil barriles en comparación con el 2019.