vie. May 9th, 2025

por Avelina Merino Domínguez (La Crónica de Hoy)

*Algunas de las grandes estrellas tienen raros hábitos alimenticios antes o después de jugar, como los casos de Justin Verlander, Tim Lincecum y hasta el legendario Babe Ruth, sin que por ello se vea afectado su rendimiento.

La alimentación en los deportistas de alto rendimiento es muy importante, si se toman en cuenta las fuertes cargas de trabajo tanto en los entrenamientos como en el terreno de juego. En ambos casos se  descarga mucha energía y hay que dar un rendimiento al máximo. El físico depende de la actividad en que se desempeñen. Algunos de los grandes jugadores de Grandes Ligas revelan que han consumido alimentos extraños a lo largo de los años, a veces minutos antes de salir al terreno de juego.

Por ejemplo, Justin Verlander, lanzador de los Astros de Houston, tiene obsesión por el Taco Bell; Tim Lincecum, pitcher de los Rangers de Texas, opta por las hamburguesas In-N-Out;  Bryce  Harper, jugador de los Phillies de Philadelphia, se come una buena ración de waffles congelados. Estos son casos de algunas de las estrellas de grandes ligas, pero no son los únicos.

En un artículo publicado en la página de la MLB, Chris Lander escribió sobre algunas de las dietas más extrañas de los citados personajes y otros más. Algunos dentro del terreno de juego, otros antes de jugar, algunos más por superstición, pero sea cual sea la circunstancia a todos les ha funcionado.

TACO BELL PARA VERLANDER. Cuando Verlander fue invitado al programa de Conan O’Brien en 2012,  recién había ganado el Premio Cy Young y el galardón de Jugador Más Valioso de la Liga Americana. O’Brien quería saber el secreto detrás del éxito del lanzador diestro. Su respuesta: Comer Taco Bell antes de cada apertura.

El pedido de Verlander:  Tres Taco Supreme crujientes (sin tomate), un Cheesy Gordita Crunch y pizza mexicana (sin tomate).


LINCECUM PREFIERE HAMBURGUESAS IN-N-OUT. El  pitcher de los Rangers de Texas, de 1.80 metros de estatura  y 77 kg y dos veces ganador del Cy Young de la Nacional, ha comido una inconcebible cantidad de hamburguesas In-N-Out.

Su orden. Tres Dobles-Dobles, dos papas fritas y un batido de chocolate-fresa. Con salsa de tomate, sin lechuga ni tomates. Eso da un total de 3,150 calorías. Lincecum cambió su dieta antes de la temporada del 2012, y su instructor de pitcheo se quejó porque estaba muy delgado.


WAFFLES CONGELADOS, DEBILIDAD DE HARPER. El jardinero derecho de los Phillies de Philadelphia siempre ha sido un atleta de alto rendimiento, desde que apareció en la portada de Sports Illustrated y comenzó a ganar competencias de cuadrangulares siendo un adolescente.

Pero pese a estar en forma tiene sus hábitos. Antes de cada encuentro, el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional del 2015 se come una montaña de waffles congelados.

“Siempre que me estén saliendo las cosas bien o mi equipo siga ganando, seguiré haciendo lo mismo”,  dijo Harper a Jimmy Kimmel en 2013. “Como los waffles marca Eggo. Tienen que ser Eggo”.


BABE RUTH Y LOS HOT DOGS. El legendario  Babe Ruth también forma parte de las anécdotas.Como todo lo que rodea a Ruth, es difícil identificar qué es mito y qué es realidad, su hospitalización en la primavera de 1925, conocida como el “dolor de barriga que se escuchó por todo el mundo”, probablemente no haya sido el resultado de comerse 12 hot dogs y ocho gaseosas durante un día de pretemporada.

Antes de cada partido, El Bambino se comía tres perros calientes. Además, tenía el hábito de tomar un poco de whisky y de refresco de jengibre cada mañana.

TURK WENDELL MASTICABA REGALIZ. El exlanzador de los Mets de Nueva York era supersticioso —desde su collar de diente de tiburón a su amor por el número nueve—. El antiguo relevista de los Mets masticaba cuatro trozos de regaliz negro (planta medicinal) cuando estaba en el montículo, porque no quería mascar tabaco.

Y cuando terminaba el inning, corría hacia la cueva —saltando sobre la línea de foul—, escupía el regaliz e inmediatamente se lavaba  los dientes. “No me gusta la sensación que deja el regaliz en mis dientes”, le dijo en una ocasión a Sporting News. “Sólo está bien allá. No quiero manchar mis dientes”.


EL SUPERSTICIOSO WADE BOGGS. El ex tercera base de Medias Rojas Boston era un hombre supersticioso. Recogía exactamente 150 roletazos en la antesala en cada calentamiento, salía a las prácticas de bateo a las 5:17 p.m. en punto y dibujaba “chai”, que significa “vida” en hebreo, en la caja de bateo antes de cada turno.

En las Menores, se dio cuenta de que tenía sus mejores juegos después de una comida en específico: pollo frito, así que le pidió a su esposa, Debbie, que se lo cocinara… todo el tiempo. Después de convertirse en una estrella con los Medias Rojas, la marca Perdue le envió pollo gratis para seis meses, como muestra de agradecimiento.

Por Admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *