Por Salvador Hernández LANDEROS
La responsabilidad del gobernador recae en asumir acciones para servir y, la culpabilidad, en Manuel González, por el menoscabo en la confianza.
Los contagios por Covid-19 en el Instituto de Movilidad y Registro Público de la Propiedad, son responsabilidad del Secretario General de Gobierno.
Manuel González Flores tiene bajo su mando a Homero Cantú, Subsecretario de Asuntos Jurídicos y Noé Chávez Montemayor, antes, director de la AET.
Por culpa de Noé, quien no ha sabido diseñar la distribución de los camiones para cuidar a los usuarios, los riesgos del contagio seguirán latentes, día a día.
Noé justifica su nulidad en el cargo, culpando a Manuel por el compadrazgo con Abelardo Martínez, uno de los principales dueños del transporte urbano.
Mientras, con la estrategia de camiones quemados, repartir sillas de ruedas y despensas, distrae la atención y desvía su culpabilidad por los contagios.
Por su parte, Homero Cantú, obedeciendo a su jefe directo, Manuel González, aceleró la reactivación de las Notarías Públicas, por cierto, no esenciales.
Las consecuencias de ese aceleramiento, son diez empleados del Pabellón Administrativo contagiados por el Covid-19, más los que se acumulen.
Para algunos gestores, esa reactivación además de víctimas, sembró dudas, sobre todo por las denuncias que se han incrementado por el robo de terrenos.
Manuel de la O, evadió el caso, al señalar que el Pabellón se cerraba mientras se analizaban las pruebas de Salud de los contagiados. ¿Y los culpables, qué?
En estos casos como en otros, hay víctimas y culpables. El gobernador se desvía en asuntos políticos y Manuel González, acumula, una tras otra.