Por Rogelio Romero
El proceso electoral se torna interesante en Estados Unidos porque existe un panorama político diferente marcado por los últimos acontecimientos sociales.
Joe Biden el candidato demócrata a la presidencia del país, cuenta dentro de su plataforma política con una gama de propuestas que apuntan hacia la recuperación económica de la clase media, tan golpeada por la crisis económica que ha causado la pandemia de Covid-19.
Biden a optado por pactar una serie de alianzas políticas con diferentes sectores liberales y progresistas de su partido entre ellos Texas y California, donde requiere de todo el respaldo para poder enfrentar al actual presidente Donald Trump.
Hace varias semanas sostuvo una plática con Bernie Sanders que era crucial para lograr el apoyo del partido en California.
Los demócratas se ven como un partido renovado y preparado para enfrentar a los republicanos, sobre el manejo que han hecho de los asuntos que existen en la agenta nacional.
En Texas el panorama político entre Biden y Trump está muy dividido, por una parte la clase política texana encabezada por los Bush, no coincide con el manejo que le ha dado a la presidencia el actual inquilino de la Casa Blanca.
Sus desplantes y constantes pleitos con la prensa, la imposición de sus decisiones en ocasiones controvertidas o el manejo tan cuestionado del tema relacionado a la pandemia.
El desplome de la economía nacional con un record de desempleados que casi llega a los 40 millones de trabajos perdidos.
Pero lo más difícil para Trump de aceptar, es que su propia base política parece erogarse por el desgaste político que ha tenido su presidencia en los meses recientes.
Algunos sectores conservadores están desencantados con el manejo político reciente que el presidente ha realizado de los temas nacionales, no lo comparten y esto tendrá consecuencias en las urnas en noviembre.
Dos sectores de nuestra sociedad serán claves en la fortaleza politica del candidato demócrata; su popularidad entre los afroamericanos que rebasa en la mayoría de los 50 estados a Trump y, la campaña de mensajes positivos que ha venido dirigiendo recientemente a la comunidad latina.
Sera interesante ver el trayecto que sigua esta contienda electoral por la presidencia del país, si Biden llega en noviembre como nuevo ejecutivo de la nación esto significaría un cambio radical en el manejo de la política nacional, asi como la relación que existe con el vecino del sur México.
No son tiempos políticos para que el gobierno mexicano mueva piezas y acercamientos con Trump, sería un desgaste político importante, la espera es en el mejor de los casos el consejo que todos los analistas hacen al mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, ojala asi lo entienda.