Guadalupe, N. L- Doña Rosa estuvo 19 días internada en un hospital donde al borde de la muerte fue intubada y extubada en varias ocasiones, hasta que el plasma le salvó la vida.
Ahora está feliz de regresar a casa: “Me siento muy feliz de volver a mi casa, Dios me los bendiga”, dijo al personal médico que le despidió a las puertas del nosocomio del Instituto Mexicano del Seguro Social, ubicado en el municipio de Guadalupe.
Con el virus del covid-19, doña Rosa llegó a la unidad de cuidados intensivos, en la cual estuvo conectada a un aparato respiratorio, donde casi pierde la vida.
Sin embargo, gracias al protocolo de atención y a la donación del plasma que se le transfundió, los médicos del Hospital General de Zona número 4 lograron salvar su vida.
La subdirectora médica del hospital, María Elvia Lugo Aquino, señaló que el estado de salud de doña Rosa fue bastante grave, a ella se le transfundió plasma en dos ocasiones y es un ejemplo de cómo la donación de este componente de los pacientes convalecientes puede salvar la vida en personas que se encuentran en estado crítico, dice.
La doctora explicó que la sangre se compone de tres elementos, los glóbulos rojos que oxigenan, el plasma que es el líquido y las plaquetas que coagulan.
En la parte líquida de un paciente convaleciente recuperado de covid-19 se encuentran los anticuerpos, que al pasarlos al paciente en estado de gravedad, contrarrestan la evolución de la enfermedad y se logra la rápida recuperación en algunos casos.
Después de permanecer 19 días internada, algunos de ellos en la terapia intensiva, doña Rosa está feliz de regresar a casa. Al abandonar el hospital fue despedida entre aplausos por el personal médico, a quienes despidió con bendiciones: “que Dios me los bendiga, muchas gracias, mil gracias”.
El covid-19 es un reto para cualquier médico y para cualquier institución, ya que es una enfermedad nueva y atípica en su comportamiento. “Realmente no existe un tratamiento, sólo protocolos de manejo que evolucionan a cada minuto en todo el mundo”, expresó Lugo Aquino.
Todo el tratamiento utilizado con base en los algoritmos interinos para la atención del paciente son recursos del Instituto: los medicamentos, insumos, plasma, equipo médico y no médico, los espacios físicos y lo más importante, el personal altamente calificado, y con todo ello “el IMSS enfrenta el gran reto del covid-19”.
No todos los pacientes responden de la misma manera a los algoritmos de atención, por ello se tratan de forma individualizada.
“Es muy satisfactorio egresar a un paciente, pese a lo difícil que haya sido su caso, y sabemos que esto es resultado del trabajo en equipo”, concluyó la subdirectora del Hospital de Zona 4 del IMSS.
Por otro lado, a principios de mayo pasado un paciente en estado grave con coronavirus fue dado de alta en Nuevo León luego de recibir un tratamiento, con base el plasma de personas que se recuperaron de dicha enfermedad.
Se trata de Gabriel, quien el pasado 16 de abril ingresó al Hospital Metropolitano con síntomas del virus y conforme las horas pasaron su estado de salud empeoró y presentó falla orgánica múltiple: “El paciente tuvo que intubarse, en decir, colocar un tubo en la tráquea y se conectó a un respirador. Desarrolló falla renal, empezó a fallarle también el riñón, recibió tratamiento como hemodiálisis, el paciente estaba deteriorándose progresivamente día a día en estado muy crítico.”, explicó Manuel de la O Cavazos, secretario de Salud de Nuevo León.
También en mayo, la Secretaría de Salud y el Hospital San José de TecSalud anunciaron la implementación de centros de donación de plasma convaleciente covid-19.