Por Salvador Hernández LANDEROS
La corrupción en las Notarías no es cosa nueva y, en las denuncias en contra de los notarios, se involucra a otras instancias gubernamentales.
Al Estado, a través de La Subsecretaría de Asuntos Jurídicos y el Instituto Registral y Catastral y esto ha formado un círculo ya muy viciado.
El Gobernador otorga la patente como pago a servicios obtenidos de un amigo, socio u otro. Ya como notarios, dependen del Secretario General de Gobierno.
Manuel González es el jefe. De él depende Antonio Homero Cantú Ochoa, titular de Asuntos Jurídicos y Notario Público 71, con licencia.
Manuel es jefe de Juan Ignacio Rodarte Herrera, director general del Instituto Registral y Catastral y de éste depende Víctor Rosales.
Víctor, quien es director del Registro Público de la Propiedad y del Comercio, ha sido denunciado por actos indebidos, al igual que Homero Cantú.
Los notarios tienen un Colegio que preside Arnulfo Gerardo Flores Villarreal, quien dice que “Ellos han sido sorprendidos por los delincuentes”.
Existen denuncias en contra más de 20 notarios. Solo a 3 les van a retirar la patente, pero algo hay de venganza política. Sus nombres, que los dé Manuel.
Pero regresando al caso reciente, del notario 135, Juan Garza Bermúdez, los denunciantes dan más datos sobre la corrupción de ese representante social.
Hace 3 años influyó para que una dama se fuera con él como Registradora. A ella le fue bien, ya que estrenó casa en un municipio de la región citrícola.
Ellos temen que su denuncia pase al archivo oficial, porque la Notaría 135 está en Galeana, tierra bronca, donde hay mucha influencia estatal.