mié. Dic 18th, 2024


Por Salvador Hernández LANDEROS

Abrir negocios no esenciales que además son de alta concentración, es como una bomba de tiempo para explotar con más contagios.

El Estado, a través de las autoridades de salud no debe permitir su apertura. Y si no lo puede impedir, que cada quien asuma su riesgo.

La letalidad está alta. Son varias semanas en las que diariamente mueren entre 30 y 45 víctimas del Covid-19. Ayer se sumaron otras 49.

Los contagios diarios son arriba de 600, pese a las restricciones del gobierno y la exigencia de permanecer confinados en los domicilios.

Como sociedad debemos entender que, para evitar los contagios, no depende tanto de las autoridades sanitarias, más que de nosotros mismos.

Enterados estamos que, a nivel mundial, hasta este día no hay una vacuna segura que nos haga inmune al coronavirus. Sólo el aislamiento.

El secretario de Salud, Manuel de la O Cavazos, sabe que no hay ninguna cura. Que habremos de esperar hasta principios del 2021, si bien nos va.

Su letanía televisiva diaria es la misma. Lavarse las manos, usar cubre bocas, utilizar gel, evitar las concentraciones y permanecer en casa.

En una forma u otra, la vida debe continuar, con o sin Covid-19. Asumir la responsabilidad. Y que no nos digan, “parecen niños chiquitos o chiflados”.

Las autoridades de Salud ya dieron lo que tenían que dar y tampoco las debemos culpar. Sólo obrar con prudencia para conservar la vida.

El gobierno debe hacer a un lado su paternalismo exigiendo permanecer en casa. Quien contagie a su familia, que en su conciencia quede, si es que sobrevive.

chavalolanderos@yahoo.com.mx

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