jue. Jul 31st, 2025

Por Rogelio Romero

El debate presidencial en Estados Unidos se realizara el próximo 29 de septiembre, los ojos de la nación estarán centrados en las propuestas que tanto el actual presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden realicen, la agenda parece centrarse en esta primera ronda en el trato  que desde el gobierno se ha hecho de la pandemia del coronavirus.

Biden descargara todo su arsenal político sobre un presidente que sigue empecinado en adelantarse a los tiempos reales que la ciencia médica contempla se podrá contar con una vacuna real contra el virus.

En el discurso del candidato demócrata a lo largo de sus mítines en el país ha prevalecido un tono de “negligencia”, “manipulación”  y “mentiras” que achaca a la administración Trump en el manejo de la pandemia, que ha costado  ya, cerca de 200 mil decesos al país.

Y parece que la crisis económica originada por la pandemia es uno de los flancos más débiles que la campaña de Trump no ha podido contrarrestar, sus constantes enfrentamientos con las autoridades de salud, siempre en desacuerdo con los tiempos para realmente encontrar una solución al problema de salud más fuerte que ha enfrentado el país en este siglo XXI.

Biden tiene un abanico de temáticas que discutir y que son desfavorables a Trump, lo que parece ira desmenuzando a lo largo de los 3 debates que sostendrán.

Trump parece atrapado  como el antiguo cuento del viejo cascarrabias y avaro que no creía en el espíritu de navidad, que en una sola noche se dio cuenta que al final su manera de ver la vida era erróneo y contradictorio.

Los tres principales fantasmas que persiguen al presidente republicano son; El mal manejo de la pandemia del coronavirus, la crisis económica que esta ha generado y llevado al deterioro del bienestar de millones de estadounidenses además de su política interior con tintes racistas.

Biden a recorrido el país, tiene información de primera mano sobre como las uniones sindicales, las asociaciones de productores de granos, avícolas y porcinas asa como la clase obrera ha resentido los nefastos efectos de la guerra comercial y “proteccionista” que la administración Trump ha venido desplegando, lo que sería una transformación económica importante según señalaba Trump en el 2016 se ha convertido para el sector productivo estadounidense en una pérdida de mercados internacionales y el cierre de la colocación de productos nacionales en paises a los que se exportaban, entre ellos China.

¿Porque la propuesta de Biden de crear 5 millones de empleos en los primeros 2 años de gobierno?, ¿Porque la intensión  de recuperar los mercados perdidos y negociar donde los republicanos cegados por la visión ultraconservadora de Trump los hundió?.

Si Trump estuviera tan fuerte como en el 2016 no hubiera perdido el apoyo político de importantes sectores conservadores como el de la familia Bush en Texas, la verdad es que los debates presidenciales parecen ser la última trinchera que tendrá como defensa el saliente presidente republicano, para tratar de convencer a un electorado que solo lo ha visto caer  cada vez más en contradicciones políticas.

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