Por Pedro García
Carajo, AMLO no pierde oportunidad para convocar a la oposición al campo de batalla pues ahora le ha puesto un techo mínimo a las manifestaciones en su contra como condición indiscutible para irse o permanecer en el cargo: ¡llenen con cien mil personas el zócalo!, y sondeos adversos en las encuestas.
Dijo que ni siquiera esperaría a la fecha de la Revocación de Mandato para irse o quedarse. Con cien mil conservadores que se manifiesten sería un factor, y que la gente le diera la espalda en las encuestas. AMLO sigue ”cucando” a los conservadores.
Y ha reiterado en sus propósitos transformadores contra viento y marea, por lo cual advierte a sus enemigos a que se preparen porque la Cuatro Te va porque va.
Otra del Presidente fue el desplante que hizo en Veracruz a su salida de un recinto al saludar a sus simpatizantes que le arroparon de manera abrumadora con un “¡no estás solo”¡ y “¡es un honor estar con Obrador¡”, mientras acompañaban el arranque de la camioneta que trasladó al líder de la 4T…Pero también saludó a la distancia a sus malquerientes de Frenaa.
Asimismo, saludó el plantón de Frenaa en el Zócalo, pero solicitó a su dirigente y a quienes lo apoyan (¿financian?) a sostenerse en la protesta día y noche y “no sólo manipulen a la gente”: incluyó al comunicador Pedro Ferriz y al presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos.
Atractivo en más de un sentido, para este columnista, el transcurso del régimen de López Obrador quien ha vuelto a advertir que podría mandar una Iniciativa de Reforma Constitucional a la Cámara de Diputados para afianzar el carácter de estratégicas a las empresas PEMEX y CFE.
Aclaró que podría ocurrir si no se llegan a acuerdos con las empresas privadas que fueron beneficiadas por gobiernos anteriores de modo que, por ejemplo, en el servicio eléctrico, la CFE “sube” energía en un plan de servidora complementaria lo cual rechaza el Presidente porque va en detrimento de la sobrevivencia de la paraestatal.
Pero, sobre todo, no admite que gobiernos previos le hayan dado manga ancha a los privados mediante un trato financiero y de provisión de servicios a manera de subsidios onerosos, él los llama contratos leoninos.
Extraña que los llamados mercados asimilaran, sin más ni más, la declaración de AMLO de fortalecer a las paraestatales energéticas en su competencia con las privadas.