Por Salvador Hernández LANDEROS
Tal parece que el doctor Manuel de la O Cavazos pretende alcanzar, en lugar de la gubernatura, el título de “Mr Amigo” que se otorga en Brownsville, Texas.
El título de “Mr Amigo” se instituyó en 1964 y la autoridad americana se lo ha otorgado, entre otros, a Miguel Alemán Valdés y Alejando Garza Lagüera.
Es un tributo anual que esa asociación entrega a un ciudadano mexicano que haya contribuido a las buenas relaciones entre México y Estados Unidos.
Viene esto, porque el Secretario de Salud es muy dado a demostrar durante sus conferencias de prensa, que todas sus acciones se basan en la amistad.
No hay tarde que no diga, por ejemplo, que “He hablado con varios amigos de CDMX para que nos apoyen con el envío de vacunas contra la influenza”.
Todos los días dice lo mismo. “Varios amigos me han hablado para avisarme que pronto contaremos con la suficiente vacuna contra el “Covid-19”.
No es malo contar con amigos, es más, la amistad tiene presencia en diferentes etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia.
La relación con un amigo tiene un valor fundamental que se basa en la lealtad, la solidaridad, la sinceridad y el compromiso, incluso hasta el amor.
Pero el doctor De la O Cavazos se está pasando de tueste y confunde la gimnasia con la magnesia. Una cosa es tener amigos y otra cumplir con las obligaciones.
Es deber del funcionario cumplir con las demandas, dar seguimiento y realizar los trámites o procedimiento que se deben seguir y hacerlos con oficio político.
Eso de amigos, o de cuates, lo inventó el televisivo Chabelo. Con trabajo y entrega profesional, se ganan los votos que quiera, sin entrar a la catafixia.