Por Pedro García
Vaya sorpresa, la detención, en EUA, del general Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional.
En los años aciagos de una economía debilitada al máximo, fuerte deuda externa, inflación galopante, el Peso sumamente devaluado y los sismos de 1985 (sexenio de Miguel de la Madrid), el gobierno de los Estados Unidos “descertificaba” a México por su ineficiente combate al narcotráfico.
Fue una época de zozobra política por tales señalamientos, sin embargo, el gobierno mexicano libró el problema por sabrá dios qué razones.
Eran los años en que se hacían señalamientos graves a jefes de la Defensa y miembros del gabinete de MMH por asuntos del narco.
Se decía que algunos miembros del gabinete de entonces ni siquiera podían ingresar a territorio norteamericano, precisamente porque los arrestos serían inminentes.
Ahora, EUA no se anda por las ramas y ha echado mano de los ex jefes de seguridad y lo castrense. El más reciente, el de Cienfuegos, días después que el titular de la DEA hiciera una visita a México.
Ante los sorpresivos hechos, AMLO acaba de afirmar que el caso del general Cienfuegos es muy lamentable y anticipa que, si derivado del caso, se detectan ramificaciones, complicidades, su gobierno actuará y puntualiza que el actual titular de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval tiene toda su confianza.
Hoy, el Presidente ha dicho:
“No deja de ser lamentable que esto suceda, pero la Secretaría de la Defensa y la Secretaría de Marina, las Fuerzas Armadas de México constituyen una garantía para mantener la paz, la tranquilidad en el país y para la defensa de nuestra soberanía.
Quiero también decir que le tengo toda la confianza al actual secretario de Marina y al general secretario Sandoval. Me tocó elegir a los dos, hice un análisis detallado para tomar la decisión de nombrarlos, investigué sobre sus antecedentes, sobre la honorabilidad, y los dos se caracterizan por ser incorruptibles.” Fin de la cita.
Salpicados, muy manchados, por decir lo menos, Felipe Calderón por el caso de Genaro García Luna y Peña Nieto por el del general Cienfuegos.