Por Salvador Hernández LANDEROS
El proverbio popular que dice “Hágase justicia en los bueyes de mi compadre”, les viene “como anillo al dedo”, al grupo de gobernadores federalistas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador los midió y anunció que no se va a reunir con ellos bajo el argumento de “cuidar la investidura presidencial”.
En una de su mañaneras dijo: “No hay materia, los está atendiendo Arturo Herrera y yo no voy a permitir que utilicen la institución presidencial”. (sic).
Si los integrantes del grupo conocido como “Alianza Federalista” no son atendidos por AMLO, la investidura estatal quedará más abajo del suelo.
La visión de la investidura presidencial es otra con ellos. Esa investidura que cuida López Obrador, no la cuidó al atender a ciertos personajes.
Los federalistas son Francisco Cabeza de Vaca, Jaime Rodríguez, Enrique Alfaro, Silvano Aureoles, Martín Orozco, Diego Sinhue y Miguel Riquelme.
Ellos son los gobernadores de los Estados, Tamaulipas, Nuevo León, Jalisco, Michoacán, Aguascalientes, Guanajuato y Coahuila, respectivamente.
El que estos mandatarios amaguen con romper el pacto federal, el presidente lo percibe como una actitud muy propia de la temporada electoral del 2021.
Los ejecutivos estatales son los representantes de los pobladores de un Estado.
Son ellos el enlace con el presidente. A través de ellos se atiende al pueblo.
E presidente no debe confrontar con los gobernadores. Ellos también, como el mismo, fueron electos por los ciudadanos a través de un proceso electoral.
La investidura presidencial conlleva patriotismo, dignidad y respeto y, en eso, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha dejado mucho que desear.