Sebastián Medrano Gallo
En México “la falta de cultura financiera ha hecho que muchos mexicanos opten por seguir ahorrando ‘debajo del colchón’ y que sus finanzas no sean buenas, pues la falta de conocimientos financieros básicos inhibe la habilidad de aplicarlos, lo que conlleva a que las personas utilicen métodos informales de ahorro y crédito e, incluso, esquemas que pueden representar un riesgo para su patrimonio”, advierte el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT), en un estudio sobre Educación Financiera en México.
Prueba de ello es que sólo el 47% de los adultos en México tiene una cuenta bancaria, y 68% posee al menos un producto financiero, según revela la Encuesta de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En contraste, “México es un país que tiene un altísimo acceso a internet (70.1%, según el Instituto Federal de Telecomunicaciones) y a dispositivos móviles (75.1%), entonces hay una necesidad de mercado de incluirse financieramente y existen los medios para hacerlo, tenemos la tecnología, pero no teníamos el cómo”, señala Sebastían Medrano, director de Coru.com.
Y ese mercado fue en el que las fintech vieron una oportunidad para redefinir la concepción que tiene la población de los productos financieros, e incentivar su uso a través de productos eficientes, accesibles y amigables con el usuario. “No era falta de demanda, era falta oferta de servicios financieros flexibles, fáciles de utilizar y que estuvieran al alcance de los usuarios”, agrega Medrano.
Tipos de fintech para finanzas personales
Hoy en día existen varios tipos de fintechs para mejorar las finanzas personales; sin embargo no todas están disponibles en el mercado mexicano. A pesar de ello, hay algunos esfuerzos de empresas por incorporar elementos que mejoren la gestión financiera.
En general, estas fintech destacan por tres elementos: velocidad en sus operaciones, costos menores y acceso no limitado a una región y horario. Algunos tipos de estas empresas son:
De financiamiento alternativo. Estas empresas se encargan de otorgar préstamos, con el plus de tener menores tasas de interés que la banca tradicional, además de pedir menos requisitos. El crédito se puede solicitar a través de su sitio web o aplicación, el tiempo de respuesta es menor al de los bancos, y algunas cuentan con apps que permiten gestionar pagos y programarlos por fecha, entre otros beneficios.
De medios de pago y canales electrónicos. Esto se refiere a movimientos como pagos, transferencias y compras. Y aunque en el país ya hay bancos que cuentan con estos servicios a través de sus canales electrónicos (sitio web o app), las fintech fueron más allá y ofrecen servicios como cuentas de ahorro en las que se puede programar abonos de manera periódica y fijar metas; administración de gastos, es decir que se puede fijar un tope cada cierto tiempo e incluir deudas fijas para tener una mejor percepción de los gastos al mes, semana o diarios, entre otros servicios.
De gestión de finanzas personales y gestión patrimonial. Éstas se enfocan netamente en asesorar al usuario para hacer un mejor uso de su dinero. Diagnostican su situación financiera y ofrecen alternativas para saldar deudas, mejorar el ahorro, contratar servicios como seguros o créditos; es decir, fungen como un asesor financiero virtual.Antes de contratar estos servicios se deben tener ciertas precauciones, “como con cualquier producto digital”, recomienda Medrano, por ello es importante revisar que sean fintech legítimas, “eso se hace muy rápido con una búsqueda en su sitio web, también hay que revisar si tienen menciones en medios o reviews, esto nos ayudará saber si no son una empresa ilegal”.