- Principales factores que dificultan el emprendimiento: las alternativas de financiamiento, la estructura tributaria y la burocracia.
- El 48% de los emprendedores considera que las facilidades para emprender en México son malas o muy malas.
- El 53% de las empresas tuvo un aumento en sus ventas en línea a partir del inicio de las medidas de confinamiento.
Este martes, la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) presentó la “Radiografía del Emprendimiento en México”, un estudio integral desde la mirada de los emprendedores, quienes han fundado las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, las cuales son las principales empleadoras del país y un importante motor para la economía.
El estudio se realizó gracias al apoyo de la empresa de tecnología Akky y la empresa de investigación Nauta, referente en la materia a nivel latinoamérica.
Para ello, se consultó a 1,102 fundadores de empresas de todos los sectores en los 32 estados del país, entre agosto y septiembre pasados.
Se prevé que la Radiografía del Emprendimiento en México tenga un seguimiento anual, “eso nos dará una guía para saber, de forma periódica, cómo están los emprendedores y qué tanto hemos avanzado como país para mejorar el entorno en el que se emprende y se hacen negocios. Estamos seguros de que los resultados serán de utilidad para el desarrollo de programas, alianzas y legislación con el fin de impulsar el emprendimiento en el país”, afirmó Camila Navarro, líder del Comité de Políticas Públicas de la ASEM.
Hallazgos
Entre los hallazgos del estudio destacan que el principal motivo de fracaso de los emprendedores es no conocer el mercado (34%), seguido de una mala administración del negocio (32%).
Los principales motivos para emprender son buscar un crecimiento personal y profesional (42%), seguido de solucionar un problema en el mercado (31%); es decir, para los emprendedores “no se trata solamente de emprender para ganar dinero, sino para crecer profesionalmente y esa gran diferencia va marcando el espíritu emprendedor”, apuntó Josefina Bauer, directora de Nauta, empresa de investigación.
También se les consultó sobre las principales fuentes de financiamiento que utilizaron para iniciar su empresa, y se encontró que los recursos propios (90%), recursos de familiares o amigos (28%) y crédito bancario (11%), son las más utilizadas. Llama la atención que los fondos públicos (5%) son la cuarta fuente y que el crédito de empresas fintech (1%) es la séptima. Estas respuestas fueron múltiples, dado que normalmente se cuenta con más de una fuente de financiamiento.
La radiografía también revela que el 50% de los emprendedores han fundado más de una empresa y que 7 de cada 10 emprendedores tuvieron una empresa que fracasó.
El estudio también permite entender problemáticas más focalizadas. Una de ellas, relacionada con la equidad de género, es que una de las principales razones por las que fracasan las empresas fundadas por mujeres es la falta de tiempo para gestionar su empresa; mientras que para los hombres es una de las menos frecuentes.
El 85% de las empresas tienen presencia digital, “pero lo interesante es ver cómo están incursionando en estas áreas, porque de ese 85%, el 74% lo está haciendo sin ayuda, quiere decir que hay un mercado muy grande de gente que está incursionando en su estrategia digital con los pocos conocimientos que puede tener”, subrayó Navarro.
Otro de los aspectos que destacan es que Facebook es el principal canal para difundir productos y servicios, atender clientes y concretar ventas en línea, por lo que se ha posicionado como una herramienta esencial para los emprendedores en el país.
En cuanto a ventas en línea, el 53% de las empresas tuvieron un aumento en sus ventas a partir del inicio de las medidas de confinamiento por la pandemia.
Respecto a la percepción a nivel país, el 48% de los emprendedores considera que las facilidades para emprender son malas o muy malas, y señalan como principales obstáculos: las alternativas de financiamiento, la estructura tributaria y la burocracia.
El Dr. Ernesto Amorós, director de programas de doctorado del EGADE, señaló que “La radiografía del emprendimiento en México da cuenta de la resiliencia, pero sobre todo de la capacidad de innovación y transformación que tiene la mayoría de los emprendedores en el país. Con una muestra significativa de emprendedores de todo el país, este estudio revela datos muy notables. Ante un entorno adverso principalmente por los efectos de la pandemia de COVID-19, pero también en un contexto institucional poco proclive a mejorar las condiciones para crear nuevas empresas. Las mujeres y hombres emprendedores de México vuelven a demostrar que las Pymes y las de reciente creación son y serán parte fundamental de la recuperación económica y social del país”.
Siguientes pasos
Con base en los primeros hallazgos, la ASEM anunció que ya está trabajando en dos proyectos relacionados a programas y legislación. Uno para contar con una política fiscal progresiva que promueva el paso de la informalidad a la formalidad y permita mayor recaudación fiscal con una mayor reciprocidad hacia las empresas en el pago de impuestos. Como referencia de la reciprocidad actual, en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, tan solo el 0.06% está destinado a programas de apoyo a MIPYMES, principalmente a través de microcréditos.
Por otro lado, la asociación también ya trabaja en una nueva reforma a la ley general de sociedades mercantiles, para que más sociedades se puedan constituir en Internet sin costo y a partir de un sólo socio, como hoy sucede con la Sociedad por Acciones Simplificadas (SAS).
Ambos proyectos se están desarrollando en colaboración con el Tec de Monterrey y la Fundación Friedrich Naumann, y se espera que se presenten avances durante al final del primer trimestre de 2021.
Los resultados del estudio están disponibles en la sección Investigación del sitio: www.asem.mx.