Óscar Tamez Rodríguez
El asunto de la retractación del gobierno de EUA con relación a las acusaciones contra el general Cienfuegos quien fuera el titular de las fuerzas armadas en el sexenio de Peña, tiene tantas aristas que cualquier opinión queda en el terreno de los especuleros. Vaya veamos algunas potenciales verdades: 1. Que Cienfuegos es inocente y fue víctima de Trump y su interés por ganar adeptos en las elecciones que perdió; 2. Que haciendo el trabajo sucio a su homólogo mexicano le ayuda cuando éste atraviesa una de las peores crisis de aceptación por los ciudadanos; 3. Que debió pedir se lo envíen porque al abrir la boca pudo haber salpicado y dañado a su gobierno; 4. Que las fuerzas con poder bélico le mostraron músculo y exigieron que a uno de los suyos no se le trata así. “Haiga sido como haiga sido” emulando a Calderón; el asunto es que al llegar el militar a México si no es inculpado la credibilidad de la 4T se verá altamente afectada, pero que si queda sentenciado, habrá que preguntar si no es un perseguido político más del sistema. Simple, la pregunta es ¿Qué hay detrás de todo que Trump se preocupa por nimiedades como la diplomacia cuando ha sido irreverente todo su mandato?
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