Por Salvador Hernández LANDEROS
El diputado local Luis Donaldo, tal y como se los dijimos el 16 de octubre en este espacio, será el candidato del MC para la alcaldía de Monterrey,
Colosio Rojas habrá de enfrentar el reto de su vida y tendrá que convencer al electorado de que vote por él y no solo por ser “el hijo de una Leyenda”.
Bien por él, o por quien lo asesoró con sensatez, para subir de abajo hacia arriba la escalera política y también el no correr sin siquiera saber caminar.
El diputado debe entender que su equipaje político está muy limitado. Legislar es muy diferente a ejecutar acciones desde una alcaldía o gubernatura.
Para llegar a alcalde de Monterrey va a batallar. Si lo logra, tendrá que trabajar el doble porque la capital regia ha sido tumba política de muchos ex alcaldes.
Debe sumar simpatías y convencer a los electores regiomontanos de que vale por lo que él es. El apellido puede vender, pero no todos lo van a comprar.
El reto no es cualquier cosa. Su abuelo, Luis Colosio Fernández, fue alcalde y senador. Su papá candidato a la presidencia de México, ambos por el PRI.
Sumar voluntades no es fácil. Su sentimiento a muy corta edad, también lastimó a propios y extraños. Y el culto colosista, es del PRI, no de otros partidos.
Ser hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta, en la política no lo hace merecedor de una “patente de corso” para que le entreguen la alcaldía de Monterrey.
Observadores y críticos van a sobrar. Sus contrarios políticos lo van a golpear con todo lo que pueda, inclusive, utilizando la llamada “guerra sucia”.
La carrera política de Luis Donaldo Colosio Rojas, apenas inicia. Es joven, tiene edad para foguearse y culminar la máxima aspiración de su padre.