*El fundador de las autodefensas michoacanas ha muerto, sucumbió ante el letal virus del coronavirus. En recuerdo, reproducimos la charla que el periodista Paco Peña sostuvo con Mireles en su visita a Monterrey en agosto de 2019
Por: Francisco J. Peña Medina
Alto y de figura espigada, correoso como rama de mezquite; el Dr. José Manuel Míreles Valverde bajó de la suburban blanca que lo transportaba y traspasó imponente, erguido el umbral del Restaurante San Carlos. Toda una tradición en carnes asadas y cabrito en Monterrey , pero también, un santuario de la grilla política regiomontana.
Lo acompaña un discreto aparato de seguridad y de colaboradores cercanos, coordinados por el ex candidato independiente a la gubernatura de Tamaulipas Francisco Chavira Martínez, siempre pegado al teléfono celular; de rostro desencajado, evasivo, soberbio.
En contraste, el líder de las Autodefensas en Michoacán luce humilde, accesible, campechano, sonriente.
Calza un sombrero negro tipo “Indiana Jones”, debajo del cual se asoma una mirada profunda, escurridiza, que escudriña y analiza todo a su alrededor.
No quedan señas ni estragos físicos en él, de aquel mortal accidente que sufrió un sábado 4 de enero del 2014, cuando la avioneta en la que viajaba de Guadalajara a Michoacán se desplomó, causándole traumatismo craneoencefálico y fractura de mandíbula.
Este reportero fue invitado a la mesa donde el Dr. Míreles comió con la dirigencia de la CROC de Nuevo León, en un encuentro pactadado por Osvaldo Serna Servin, dirigente del autotransporte de la central obrera y presidente de las Asociaciones Vecinales en el estado a quien, el Dr. Mireles-se percibe- le tiene respeto, aprecio y harta ley.
El michoacano saluda con un abrazo a cada uno de los comensales, como si nos conociera desde hace mucho tiempo.
Al llegar con el líder de la CROC Alberto Serna de León y el Coordinador Ejecutivo Estatal, César Serna Escalera se detiene a intercambiar breves palabras, para después continuar la ruta del saludo amable y sencillo.
Minutos después irrumpe en el lugar, el ex Procurador de Justicia de Nuevo León, Roberto Flores, ataviado en un pantalón blanco y camisa roja, muy delgado; llama la atención su cabello y el bigote negrisimos por los efectos del tinte. De otra puerta surge Roberto Benavides Pintos ex Subsecretario de Administración del gobierno independiente, tristemente célebre por el affaire del “Cobija-Gate”. Ambos ex funcionarios trasfugas del “Bronco Team”.
Estaba también ahí entre la tertulia, el dirigente de la CROC del Estado de Puebla René Sánchez Juárez quien visitó Monterrey para dar una charla a croquistas nuevoleones y no quiso perder la oportunidad de saludar a este icono de la lucha social llevada al extremo.
_. “Ahí me saludas a Barbosa ( entonces candidato a la gubernatura de Puebla)”, le dijo el Dr. Mireles a Sánchez Juárez cuando se acercó a despedirse y regresar “a la carrera” a Puebla a sostener una reunión de trabajo con gente cercana al aspirante de MORENA a el gobierno poblano.
Desde mi silla observo todo con rigor periodístico, en espera de sostener una conversación con esta leyenda viviente de 61 años, que desafió al sistema en el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando en el otoño del 2013, despertó a su pueblo que sufría los abusos y la humillación; el exterminio sangriento del Cártel de los “Caballeros Templarios”; grupo criminal que sembraba violencia y destrucción en los municipios de “Tierra Caliente”, en Michoacán.
Lo recuerdo en el documental de Netflix “Tierra de Cárteles”, portando un rifle de alto poder, abasteciendolo de balas y practicando tiró al blanco en su rancho “Los Míreles” en Tepalcatepec.
_. “Necesitamos practicar, para que cuando se vengan los
enfrentamientos de a deveras, no nos tiemble la mano..”
“Nosotros decidimos ahora como morir y lo vamos hacer luchando..no queremos morir amarrados y destazados como animalitos”, dice en la cinta que reseña el inicio de la primer lucha armada en el México contemporáneo.
De pronto vino “la provocación” y la invitación, de sostener una charla cara a cara, con este personaje; fundador y líder de las Autodefensas Comunitarias de Michoacán.
¿Como ves una entrevista exclusiva para tu Blog (Tinta en la Sangre) con el Dr. Míreles?, me pregunta Cesar Serna.
Dijes Si…
Luego de los selfies y el asedio de las personas que lo reconocian, el Dr. Mireles pidió para comer, costillas asadas y de beber, un clamato que degustó en medio de conversaciónes diversas en una extraña mezcla ideológica con figuras inminentes del sindicalismo y la política.
Antes, se acercó a la mesa un hombre de mediana estatura, moreno y canoso; José Luis Alonso Vargas se llama, ex integrante de la Liga 23 de Septiembre, para regalarle al Dr. Mireles el libro “Vámonos a la Guerrilla de Chihuahua” de su autoría, luego de la foto obligada el ex guerrillero simplemente se marchó cómo llego, de prisa.
El periodista Marco Torres Moreno, ex Director Editorial de los periódicos El Norte y Reforma se encontraba sentado al lado de Mireles y lanzó el comentario:
_.”La gran mayoría de los guerrilleros han sido profesores, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez y…”.
_. “Y José Manuel Mireles”, lo interrumpió el combatiente mientras con el cuchillo y el tenedor cortaba un generoso pedazo de costilla que saboreó satisfecho.
_”Si, pero la diferencia es que él (José Manuel Míreles Valverde) está vivo”, le respondió Marco Torres audaz.
_”¿Es también catedrático doctor?”, le pregunté.
_. “Si, de la Universidad Michoacana”, me responde mientras da un pequeño sorbo a su clamato sin alcohol.
_. “¿No lo han entrevistado doctor?”, le deslizo.
_. “No”.
_ “Seguramente le van a preguntar sobre la Guardia Nacional'”, suelto al vuelo, al percatarme que un par de reporteros locales lo asechan a lo lejos.
_.Mira lo que me pregunten has de cuenta que tengo la respuesta civil, tengo la respuesta ciudadana”, comenta.
_.”Yo fui el que escribí el proyecto…”, me dice y da un pequeño mordisco a las costillas de res asadas y continúa:
_.”Ya vimos que aunque el Congreso de la Unión, el Senado de la República y los 32 congresos estatales lo aprobaron por unanimidad como Guardia Civil Nacional, pero acaban de poner a otra persona militar. No le han explicado a la gente que el mando general de la guardia civil es de Durazo y Durazo es Civil…”
_.”¿Y no cree que se vayan a crear conflictos?”, Inquiero…
_.”Si, si se van hacer, por una razón, la Constitución menciona a la Guardia Nacional en 11 artículos, la Guardia Nacional se creo en la Constitución para los civiles no para el gobierno, de hecho ni el presidente de la República tiene injerencia, para eso tiene la Guardia nacional Federal que son todas las Fuerzas Armadas, en la Constitución ¿sabes que?, solo dos artículos mencionan al Ejercito, entonces nada mas fue un cambio de forma no un cambio de fondo”, expone el Dr. Míreles.
_. “¿Fue un cambio cosmético?, cuestiona filoso Torres Moreno.
_”Si así fue…”, llega contundente la respuesta.
_.”¿Qué tal las costillas doctor?”, le suelto tras escuchar su postura contundente en un asunto polémico y para salir del tema, un tanto incómodo pero interesante.
_.”Excelentes, ya llevo dos platos un manjar no se equivocaron en recomendarmelas”, me contesta y apunta el tenedor hacia Rogelio Benavides Pinto que se encuentra en una silla a mi derecha.
Así, transcurre el momento y en una mesa distante, la figura menudita de Elba Esther Gordillo destaca al lado del líder magisterial Luis Humberto Hinojosa, del que tengo buenos recuerdos. Ahí estaba “El Oso” siempre fiel.
Amable, Mireles Malverde, saluda a la maestra Gordillo, intercambian contactos y se despiden afables. Dos personajes disimbolos “la Gordillo” de claroscuros y el Dr. Mireles, controversial.
Minutos antes, en conferencia de prensa, el Dr.José Manuel Mireles Valverde habla de su libro “Todos Somos Autodefensas” que recién viene de presentar en Tamaulipas y asegura que si este estado convulsionado por la violencia extrema se pacífica, se lograría también la pacificación del pais.
Da la impresión que este activista social trabaja en esa misión por instrucciones del gobierno federal, tiene experiencia y Michoacán podría ser el experimento que se replique en Tamaulipas, pero ahora sería sin tomar las armas, acción de la que dice se equivocaron las autodefensas.
“Mis municipios (en Michoacán) están en santa paz, ya no hay secuestros, no hay ejecuciones, no se pierde un alfiler, no hay violaciones, no se cobra absolutamente cuotas de nada, quiere decir que si se puede”, señala
Si con su “granito de arena” como el mismo lo dice, se logra la pacificación de México el panorama político para Mireles Valverde se abrirá promisorio en su propio Estado: Michoacán, dónde se perfila para la gubernatura.
Pero eso, es hora historia.