mié. Dic 18th, 2024


 La hormiga y el elefante

 Por: Francisco J. Peña Medina

    El “gran frente opositor” entre el PRI y el PRD- ¿de qué se ríen? – se me figura a la hormiguita que se subió al lomo de un enorme elefante, cuando de pronto, en medio de la selva, el paquidermo se enfrascó en una sangrienta pelea con un feroz león, al que finalmente venció usando la trompa y sus pesadas patas.

      Cuando terminó el combate, la hormiguita exclamó envalentonada:

      ” ¡Que chinga le pusimos!”

    Así el PRI, para resarcir el fracaso de no haber concertado una verdadera coalición con el PAN y enfrentar a MORENA, el rival más fuerte en el 2021. tuvo que hacer uso de lo que tenía a la mano y se subió sobre el lomo al diminuto PRD. 

    Un partido débil y en peligro de extinción, que poco ha figurado en Nuevo León y que en el 2015 apenas obtuvo el 0.48 por ciento de las votaciones en la contienda por la gubernatura; algo así como 10 mil 104 sufragios.

   En esta extraña y dispareja relación, o más bien, ilusión mediática; sin duda, el ganón será el Partido de la Revolución Democrática. 

   Hagan de cuenta, cómo la meretriz que en pleno fichaje (con el PAN), desprecia al cliente cuando ve llegar al antro a un mocetón ingenuo, apasionado, decepcionado y atractivo (PRI), que le ofrece mejor pago por sus servicios.

   En ese espejismo preelectoral, el tricolor, humillado y vapuleado por la negativa de Acción Nacional de mezclar agua en el aceite, tendrá que llevar pegado como rémora a lo largo de la intrincada y difícil senda rumbo al 2021 al insignificante PRD, un partido que ni siquiera goza de registro en el estado.

   No había de otra. Desesperada y ninguneada, la dirigencia priista que encabeza Heriberto Treviño Cantú, atrapado él en una encrucijada política, se aventuró a sostener un amasiato forzoso, solo por guardar las apariencias, pero que, a la larga, exigirá su dote.

    Como el cinismo y la farsa son sellos de los políticos rinconeros, Heriberto Treviño magnificó la alianza con el perredismo al grado de echar las campanas al vuelo y decir que con este binomio se ganará la gubernatura del estado. Lo dudo.

   De inmediato la lideresa del PRD Sylvia Elizondo a pesar de que ese día acababa de estar coqueteando en la “casa” del PAN, oportunista y rastrera dijo que desde agosto se estaba gestando el amorío con el tricolor y afirmó, cínica la mancornadora, que solo faltaba “arrastrar el lápiz para el reparto de las candidaturas”.

    Total, que el PRI tendrá que mover sus estructuras, lidiar con los militantes inconformes por el matrimonio disparejo, poner los votos y el billete, mientras que los perredistas únicamente prestarán sus de por si desgastadas siglas.

   Y a la hora de los triunfos electorales el 6 de junio del próximo año, el PRD exclamara como la hormiguita de la mentada fábula:

     “! Que chinga les pusimos ¡”

pacoprensa20@gmail.com

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