Por: Antonio Sánchez R.
Final felina…
Luego de la grandísima sorpresa que dieran los Pumas de la UNAM al igualar, que no remontar, el marcador de 4-0 en su contra y que los ponía fuera de la final, pero que en una impresionante reacción pusieron los números en igualdad y colocarse a las puertas de su octava estrella, no nos arriesgaríamos a emitir ningún pronóstico.
Los universitarios, dirigidos por Andrés Linini estaban en domingo por la noche, prácticamente en el “infierno” y hoy, están a las puertas de la “gloria”. Y no es para menos. Haberse quitado esa pesada losa de encima y salir avante para ir a la mismísima final, es un logro muy importante, una motivación que podría desembocar en la consecución de un título más para la Máxima Casa de Estudios del país.
Un verdadero duelo de fieras es el que presenciaremos hoy por la noche, a partir de las 21:00 horas, en el Estadio Olímpico México 68’, en un partido en el que ya no existe mañana, en el que todo será “matar o morir”, porque estos primeros 90 minutos son vitales para las aspiraciones de cualquiera de los dos equipos. Es una auténtica final felina, en la que veremos quién es más fiera, si el Puma o el León.
Los esmeraldas de Ignacio Ambriz llegan a esta final luego de vencer por marcador de 2-1 global a unas Chivas Rayadas de Zapopan que no supieron definir las pocas oportunidades que se les presentaron en el segundo partido, a diferencia del León, quienes sí capitalizaron una llegada por derecha por parte de Mena, para centrar por abajo y llegara el tico Campbell y la empujara hacia las redes para poner el 1-0 y el 2-1 definitivo en el global.
Insisto en que, tras lo acontecido el pasado domingo, no me gustaría adelantar vísperas, lo único que mencionaré es que mientras que el León ocupó la primera posición del torneo Guardíanes 2020, los Pumas fueron el sublíder y aunque los leoneses superaron por ocho puntos a los universitarios capitalinos, en cuanto a goles anotados y recibidos casi están parejos.
Otro aspecto que tendríamos qué analizar es el de los números, la estadística, que nos remite a las probabilidades de cada uno. Desde que se instituyeron las famosas liguillas, han transcurrido 27 torneos largos y 47 torneos cortos. Este será el 48, para cerrar en 75 temporadas. En todas esas temporadas se manifestó un fenómeno que ha sido llamado “La Maldición del Superlíder, pues son pocas las ocasiones en las que el líder general de la competencia ha conseguido obtener el título.
Nada más para que se den una idea de cómo esa mentada “maldición” se ha hecho presente en nuestro futbol, tenemos que en los 74 torneos que se han realizado y sus respectivas “liguillas”, el líder general se ha coronado solamente en… ¡20 ocasiones!, lo cual significa un 27 por ciento del total. Pero sorprendentemente, el segundo lugar ha sido campeón en 21 ocasiones, para un 28.37 por ciento.
Si tomáramos esos números como referente para aventurar un pronóstico, diríamos que la UNAM tiene mayores probabilidades de quedar campeón, pero ojo, en la ley de las probabilidades entra también el aspecto de la frecuencia y ahí tenemos que hace seis años que el superlíder no es campeón, por lo que podríamos decir que, de acuerdo al tiempo transcurrido, las probabilidades acercan al León al título, pues se dice que, mientras más tiempo pase para que algo ocurra, hay mayores probabilidades de que suceda.
Pero en fin, son simples números, lo que importa es lo que vamos a ver en la cancha, en la que todos esos números pasan a segundo término e incluso a veces, son rebasados. En este duelo de felinos veremos quién ruge más, si el Puma, que no es campeón desde el Clausura 2011 o el León, cuyo último título lo obtuvo en el Clausura 2014, el segundo consecutivo, de la mano de Gustavo Matosas. Pero no se deje llevar por todo esto, amable lector, usted haga sus apuestas…, ¡ah!, y si tienen tele…, ¡pues ahí se ven!