mié. Dic 18th, 2024

Arnulfo Vigil

Quienes critican a los maestros en su lucha por la justicia, so pretexto de congestionamiento vial, lo que siempre se dice, o no fueron a la escuela o si fueron no aprendieron nada. Y seguramente el maestro o la maestra han de haber batallado mucho con esa clase de alumnos que además de burros son indisciplinados, conflictivos, zonzos. Y abundan.

      La decisión del gobierno del estado de pagar en abonos el aguinaldo a los maestros, con la excusa de que el Covid-19 se chupó casi todo el presupuesto estatal, no sólo fue un craso error sino una ofensa a los maestros, los que, precisamente, ayudaron a llegar al actual gobernador del estado. No es justo, diría Bart Simpson.   

    Los maestros son el sector social más organizado, más numeroso y más valiente. De tal manera que si algo les afecta salen al unísono, forman cadenas de aliados, erigen consignas revolucionarias, se cooperan para los requerimientos y reciben el apoyo solidario de padres de familia y alumnos que comprenden su situación de malestar.   

    Los maestros son el fiel de la balanza ante las situaciones políticas, sociales y económicas. Son una enorme caja de resonancia porque están todo el día y todos los días en contacto con los padres de familia y los alumnos. Y lo que digan va a ser escuchado y reproducido. Y tanto los maestros en activos como los jubilados. Los maestros son el ejército de la enseñanza. Sin los maestros no habría educción en el país. En ningún país.  

    Personajes de la historia como José Vasconcelos, secretario de educación postrevolucionario; Jaime Torres Bodet, poeta; Agustín Yáñez, novelista; Moisés Sáenz Garza, educador de Apodaca; el Profesor Magdaleno y la maestra Antonia Pérez, de Montemorelos; son el ejemplo de la enseñanza, de la pedagogía, de la ilustración. No pocas veces ponían de su bolsa para comprar gises. Y borradores. Que se los lanzaban como proyectiles a los alumnos gorrosos. Bien hecho, la mejor lección. 

    Y con mayor razón los maestros rurales, aquellos que lejos del mundanal ruido del área metropolitana imparten sus conocimientos, sus enseñanzas, viviendo a la par de los habitantes del ejido, del rancho, del municipio alejado. Comen lo que comen los lugareños. Duermen en la escuela, pagan renta. No necesariamente Laurita Garza, la del corrido, sino los maestros que por cumplir con su vocación se alejan de su familia. Y, por lo general, pasan la navidad, como esta navidad, en sus lugares de trabajo.     

    Por eso, y por muchas cosas más, es injusto que a los maestros se les haya regateado su aguinaldo. Y ese asunto se puede hacer político. De hecho partidos como Movimiento Ciudadano y Encuentro Social ya han jalado agua para su molino en cuanto que han exigido al gobierno del estado les pague el aguinaldo completo. En los tiempos electorales que estamos viviendo las afirmaciones de esos partidos no son sinceras, son oportunistas. Se aprovechan de la lucha de los maestros. 

    Los maestros son correo, son transmisión, están en permanente contacto con la gente, con la realidad. Pero los maestros tienen su dignidad: si están bien, hablan bien; si no están bien, pues no hablan bien. Y se requiere, para efectos de estabilidad, del maestro de aula que esté bien con los maestros para que sea el símbolo de la antorcha de la inteligencia.     

    Una navidad solidaria para los maestros.    

Por Admin

2 comentarios en «Respeto a los maestros»
  1. Gracias por reconocer la noble tarea de educar a quienes la hacen posible, con Respeto Saludo a las y los maestros dé México.

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