Ahora más que nunca es celebrado y reconocido el cuarto lugar de Alexa Moreno en la prueba de salto de caballo durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pues su preparación de camino a la justa veraniega estuvo a punto de ser truncada debido a que los aparatos de gimnasia para atletas de alto rendimiento únicamente se encuentran en sedes centrales.

Luego de recibir el Premio Nacional del Deporte en 2019, Moreno pagó su equipo de entrenamiento con el dinero recibido por el mérito a su esfuerzo, situación que muchos de sus aficionados criticaron en esta justa olímpica debido el descontento por casi subirse al podio, reclamaron que no era culpa de los atletas mexicanos, sino del Comité Olímpico Nacional.

“Ellos y ellas pagan sus vuelos, pagan sus equipos, pagan sus estancias, pagan por trabajar. Inaceptable.”, dijo Anette Eklund.

La historia detrás de ser la cuarta mejor del mundo para Moreno retrata una vida individual casi nula, enfocada hacia un único objetivo: ser una gimnasta olímpica; al respecto su manager, Frida Martínez contó en Twitter que la atleta sólo tuvo cuatro días de descanso en 2019 que aprovechó para ir a ver a la banda coreana EXO. 

Además en los últimos siete meses antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 nunca dejó de lado su formación como arquitecta, presentó exámenes, estudió y cursó las materias de los últimos de la carrera mientras entrenaba duro para asistir a Japón.

‌Cada condición difícil era aceptada por Alexa pero existieron situaciones que se salieron de algo que ella pudiera prever o controlar: al mismo tiempo que entrenaba y era estudiante enfrentó una infección por tifoidea y también la enfermedad respiratoria del momento: la covid-19.

‌Por si fuera poco también se lesionó el pie y el hombro, con este último asistió a competir a Tokio por lo que tras su participación en estos Juegos Olímpicos obligatoriamente tendrá que entrar a un quirófano antes de que inicie el próximo ciclo olímpico para no perderse de París 2024.

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