Una de las tantas bombas que el gobierno del Bronco le dejó a su sucesor Samuel García, busca desactivarse ante irregularidades registradas en la Clínica de la Sección 50 del SNTE.
Y es que involucra dineros estatales presuntamente desviados para apoyar a Manuel González, ex secretario de Gobierno y quien perdió la candidatura a diputado federal por el PAN, partido que lo cobijó.
Aquí, Rubén Mario Garza, un activista de más abajo de media tabla, sin categoría, del montón pues, recibió a cambio de apoyar a Manuel González, la jefatura de la Región Uno de la Secretaría de Educación, que agrupa a unos 200 planteles.
La entrante administración estatal y la Contraloría tienen ya el expediente de ese acuerdo, donde habría desvío de recursos.
Además, hubo presuntos actos de corrupción en el hospital de la Sección 50, en donde estaría involucrada con Rubén Mario Garza, un empresa de ortopedia, que se ubica en los alrededores del hospital en la Colonia Mitras Norte.
El negocio sólo era proveedor de aparatos ortopédicos ante la clínica y, revelan las preliminares investigaciones, a través de Rubén vendieron medicamentos que facturó la empresa, sin dedicarse a la venta de los mismos. Es decir, vieron caballo y se montaron en el viaje.
Personal de la propia clínica magisterial y del interior de la Sección 50 del SNTE, han aportado algunas aparentes pruebas, que ahora investigará el nuevo gobierno.
Inclusive, Garza que formaba parte del comité directivo del sindicato magisterial, fue descubierto en sus movimientos que le dejaban dividendos y obligado a renunciar a su cargo en el gremio.
Con ello, se esfumaron todas las posibilidades, que nunca las tuvo en realidad, de que fuera secretario general de la Sección 50.
No me lo crea usted, las denuncias salen del propio sindicato y hasta del Congreso Local, contra Rubén Mario y ahora se prepara la investigación. Esperemos. Y aún hay más.