Raúl Guajardo

En un entrevista realizada antes de tomar posesión el gobernador Samuel García aseguró que sabe que en la administración que apenas inicia enfrentará “bombas” que le dejó la administración anterior.

Dijo estar seguro de que no le explotarán en las manos, sin embargo, es conveniente destacar que en este tipo de casos “verse sobrado” pudiera no ser la mejor estrategia porque en una de esas, si en realidad llega a explotarle en las manos una de esas “bombas”, su imagen se deteriorará puesto que si ya sabía qué le esperaba, ¿cómo pudo ser posible que le estallara en las manos el problema?

Pero imagen aparte, si hay “bombas” en el gobierno, quiere decir que alguien las “colocó” y ese alguien debe ser penalizado por ello, y con esa declaración Samuel ya está adelantando juicios y, de alguna forma, dejando de lado la posibilidad de que a los culpables se les juzgue.

Pongamos por caso lo que sucedió el año anterior con el aguinaldo de los maestros, el impago se presentó por falta de previsión, simplemente, según las declaraciones de los funcionarios, los recursos, etiquetados para aguinaldos, se dirigieron a enfrentar los gastos ocasionados por la pandemia.

Si esto es así, ahí hay un indicio a seguir de un probable delito y si nuevamente se presenta un caso similar, ya que es probable que no le haya quedado dinero para enfrentar las obligaciones más elementales, lo más probable es que el magisterio no se lo dejará pasar y habrá problemas serios.

Samuel se manejó bien durante el periodo previo a la toma de posesión, mostró madurez, oficio, por ello extraña este tipo de declaraciones, no vaya a ser que le salga lo “verde” ya en el gobierno.

Esperemos que no sea así.