sáb. Dic 14th, 2024

Por Pedro García

Si bien el nuevo gobierno de Nuevo León está relativamente inaugurado estimamos la necesidad, urgente, de que se aborde a fondo la auténtica modernización del Transporte, la Movilidad.

La Agencia Estatal del Transporte fue creada bajo el concepto de la racionalización y la modernización, y considero que esa dependencia se quedó en la teoría, en el propósito, ¿o es que alguien puede afirmar categóricamente que el servicio camionero, taxis, etcétera, está modernizado y racionalizado?

Nuevamente, se vuelve a una propuesta gubernamental con el objetivo de mejorar la transportación. Esta vez, con la idea de introducir 500 unidades.

Según nuestra observación, es probable que el sistema (¿) registre un déficit de camiones, sin embargo, creemos que lo de fondo es que la Movilidad de Nuevo León debe operar mediante un Diseño que resuelva los problemas que hay en ese servicio.

Esta entidad federativa siempre ha sido un polo de atracción, de inmigrantes, de estados vecinos y, más recientemente, de lugares más alejados, por ejemplo del sureste.

Por miles y decenas de miles, llegan a Nuevo León paisanos para tomar residencia aquí, lo cual implica un desafío para atenderlos en su demanda de vivienda, empleo y servicios públicos, sustantivamente el transporte.

Luego, es urgente que el gobierno del estado concentre esfuerzos y políticas dirigidos a establecer un Sistema bien diseñado de movilidad.

Naturalmente, es probable que se requiera de la circulación de más unidades para que las personas lleguen a sus trabajos, a las escuelas, a la búsqueda del abasto.

No obstante, considero que es primordial una sistematización del servicio camionero que incluya el fomento a las empresas que ya operan, incentivarlas y alentar su afianzamiento y consolidarlas, dada la necesidad comunitaria de contar con un transporte, como decíamos, moderno, bien diseñado, racionalizado, es decir, bien distribuido, que esté al alcance de los usuarios en frecuencias de paso, ni qué decir, de lo relacionado a las tarifas, donde hay un prolongado conflicto.

En el servicio camionero operan empresas con experiencia por décadas, no son concesionarios o permisionarios improvisados. Hay muchas rutas que iniciaron en épocas donde las calles (ni siquiera avenidas) eran trazos de terracería y piedras.

Son rutas que sobrevivieron al atraso en el inventario de la superficie de rodamiento en donde las unidades se deterioraban con gran rapidez, debido a las pobres condiciones del terreno por donde circulaban.

Era un Monterrey que empezaba a cobrar fuerza industrial. Esto es casi historia patria, pero be ser considerada para entender la evolución del sistema que se ha tornado en una involución por las políticas de transporte limitadas en diseño y sistematización.

La modernización debe incluir la participación de usuarios y transportistas. Incentivar financieramente el rodaje de nuevas unidades con la gestión de créditos blandos y conciliar el tema de las tarifas.

También, no repetir las políticas de castigo a los permisionarios o concesionarios, deponer o reducir las sanciones económicas (multas) extremas, suspender el incremento de las cuotas en refrendos y racionalizar medidas como las de sacar de circulación camiones por cualquier infracción, con detrimento en el servicio y los ingresos financieros de las rutas (descapitalización).

Transparentar y auditar la operación de Enlaces Inteligentes, las relaciones financieras del Metro con las rutas alimentadoras, entregar a éstas los ingresos devengados puntualmente, en  una voluntad política de fomento a la existencia operativa de todos los participantes en el servicio de la Movilidad.

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