Por Salvador Hernández LANDEROS
Sofíaleticia Morales Garza, la secretaria de Educación, va encaminada a reprobar su primer trimestre y a defraudar a su jefe, el doctor Samuel García.
Resultaría penoso que reprobara la evaluación de los 100 días. Sería restarle imagen al TEC, donde ella fue catedrática y él estudió su primer doctorado.
Ella también tiene doctorado, maestría, amplia currícula en la enseñanza pública y cultural. Exigirle resultados en la materia, hay que esperar un poco más.
Entre las mujeres que conforman el gabinete estatal, se ha visto lenta, en comparación con la doctora Marroquín, titular de la secretaría de Salud.
También se ha visto lenta comparada con la titular de la Secretaría de la Mujer, Alicia Leal, aunque Aldo Fasci le robó los reflectores con espectacularidad.
Tal parece que no le ha caído el veinte sobre el combate contra la corrupción. Su jefe dice: “Todo lo que huela a corrupción de “El Bronco”, se va”.
Que le digan que le están “jugando el dedo en la boca”, son chismes. Muy cerca hay personal que durante 12 años colaboraron con Jaime Rodríguez.
Por ejemplo, en comunicación social. Como lo hacían con su antecesora, le están moldeando su imagen con una postura como la del “Struthio camelus”.
Debe poner atención con personajes como Zelena Asunción Limón Reséndiz y Lucía López Cortés, leales a Diana Perla Guajardo, quien escondió a su gente.
Busque por ahí, por el Barrio Antiguo, a Beatriz Calderón Rodríguez, Antonio García Ramírez, Javier Quezada Muñoz, Omar Alvarado y otros más.
Y si los encuentra, le daremos otros nombres de unos trece desleales, pero esos los tendrá que buscar en el Centro Estatal de Becas donde están agazapados.