Planear independizarse puede ser más fácil con la ayuda de tus seres queridos. Si has decidido vivir con tu mejor amiga, los temas de finanzas que debes hablar antes no pueden faltar. El portal inmobiliario Propiedades.com compartió cuáles son y cómo lograr sus objetivos.
“La regla habitual es destinar el 40 por ciento del ingreso a la vivienda. Sin embargo, es importante vivir con roomies que tengan finanzas sanas y estén libres de estrés financiero”, recomienda Leonardo González, analista Real Estate de Propiedades.com.
Igualmente, es fundamental que antes de vivir con tu mejor amiga, hablen abiertamente de sus finanzas personales: cuánto ganan, cuáles son sus deudas, la cantidad que destinan a ellas, cuánto dinero están dispuestos a aportar para la renta y servicios.
“Considero que estos presupuestos se deben establecer con base en el uso, tipo de espacios y derechos sobre la vivienda. Esto puede ayudar a distribuir adecuadamente las responsabilidades sobre el inmueble y potenciar un mejor uso y calidad de vida”, agrega.
Aunque pueden elegir otras alternativas para distribuir este presupuesto, es importante que tengan una conversación seria al respecto. Al vivir con tu mejor amiga, además de las risas que vivirán juntas, podrían haber conflictos si no se establecen reglas claras al inicio.
Este es otro tema de finanzas que debes hablar antes de vivir con tu mejor amiga. Aunque cada quien tenga su propia habitación, las áreas comunes serán el lugar para compartir. Si alguno ya cuenta con algunos artículos, pueden negociar el uso de ellos. Pero si van a amueblar juntos, González recomienda establecer los siguientes puntos:
- Plazo de uso
- Tipo de uso de la vivienda
- Muebles que van a compartir y cuáles serán por separado
- Asignación de derechos sobre los muebles
“Crear un presupuesto común es una buena opción para amueblar, especialmente para las áreas comunes: sala, comedor, etc.”, aconseja.
Asimismo, pueden plantear compras individuales y establecer normas para el uso de muebles y electrodomésticos. Por ejemplo, si alguien compró un refrigerador y lo compartirá, establezcan los espacios de cada uno; si se trata de una lavadora, creen horarios y reglas. Por ejemplo, qué detergente usar.
González recomienda que, dentro del presupuesto, se establezca un fondo de emergencias. Con él se podrán cubrir gastos de servicios y cuotas extemporáneas, u otras eventualidades.