Óscar Tamez Rodríguez
El gobierno federal debe estar eternamente agradecido con Rusia y su Putin. Ninguna estrategia pudo desviar la atención de la casa gris y la forma exuberante de vivir del hijo del mandatario. Tanto daño causó que desde el gobierno mandaron todo tipo de amenazas contra los periodistas. Pero el Putin y su conquista a Ucrania pudieron hacer que todo se olvide. De esa guerra lo lamentable es cómo los gringos utilizan a los pueblos y luego los abandonan a su suerte. Es aborrecible cómo permiten el genocidio luego de aparentar apoyar al débil. estudiospoliticos.mx@gmail.com