Walter Elizondo
Santiago- cientos de personas acudieron a una misa en la casi seca Presa La Boca, encabezados por el Arzobispo Rogelio Cabrera López y pidieron para que lleguen las lluvias y vuelva a llenarse el vaso que está a un 8 por ciento de su capacidad.
En la misa realizada en el malecón de la Presa, se incluyó la imagen del Señor de la Expiración, también conocido como Señor de la Lluvia porque desde hace 300 años se le implora en momentos de sequía.
Al servicio religioso asistió el gobernador Samuel García Sepúlveda y su esposa Mariana Rodríguez, titular de la oficina Amar a Nuevo León, así como el alcalde de esta localidad, David de la Peña.
El Arzobispo recordó que hemos vivido casi dos años de pandemia, pero creo, dijo, que todos podemos decir que Dios ha estado en medio de nosotros.
“Si bien la pandemia dejó dolor y llanto, también despertó en nosotros los mejores sentimientos, creo que somos más humanos”, añadió.
“No sabemos cómo ni cuándo, pero tendremos agua, que el Señor nos ayude a confiar. Mirando hacia la presa tenemos evidente la necesidad, pero confiemos”, puntualizó el prelado.
Cabrera López mencionó que la sequía en la Ciudad debe hacer tomar conciencia de la necesidad de cuidar el agua.
Pero, apuntó, además de orar, es necesario trabajar para preservar regalos como el agua.
Horas antes, en un evento, el Gobernador García Sepúlveda dijo que en el problema del agua no se puede depender de una mañanera.
“Hoy que vemos nuestras presas a un 8 ó un 11 por ciento, no podemos depender de que la Federación o una mañanera nos diga sí o no”, mencionó al referirse al presidente López quien dijo que no es viable traer agua del río Pánuco a Nuevo León.