*Dime que te pasa y te diré a donde ir….
Por Daniela Montalvo Herrera

Con el corazón roto el mundo es color gris, tu problema es el más grande del mundo y no ves ni una sola esperanza de sanar; y dado que las razones por las que el corazón se rompe en mil pedazos son muchas (no solo es por el fracaso de una relación amorosa),
no hay una cura universal, cada uno va a como puede superando el dolor o aprendiendo a vivir con él; conformándose o nadando contra corriente para cumplir los sueños.

Para mí viajar es más que ir de vacaciones, es una oportunidad para reconectarte contigo misma, de ver y entender una realidad diferente y sobre todo de revalorizar lo que tienes en la vida.

Dicho todo lo anterior, si tenemos un corazón roto y si viajar ayuda a reconectarte contigo, definitivamente hacer la maleta puede ser una medida eficaz para reconstruirte, reinventarte y lograr juntar los pedazos de un dañado corazón.

Recuerdo una vez que me ardía el corazón de dolor por perder a mi mejor amiga, me fui un par de días a Chiapas y en el cañón del Sumidero contaron la historia de cómo miles de indígenas si tiraron de lo más alto, todo por no caer ante los españoles; inmediatamente pensé en lo afortunada que soy al ser libre, amada y protegida por mi familia.

El chico que dijo amarme se fue con mi amiga y yo me fui a Campeche, conocida como la ciudad de la murallas, enormes monumentos de defensa, edificados en otro tiempo para proteger la ciudad; vi su inmensidad, su perfección y el único pensamiento que tuve fue: “el tamaño SÍ que importa, una muralla pequeña no defiende”… que les vaya muy bien a ambos.

Ahora que, si piensas que hace falta mucho dinero para viajar, te digo que hay presupuesto para todo, que hagas lo que necesites para que tu corazón vuelva a latir con mucha fuerza, que abras tu mente para entender que el mundo esta afuera, que llores y te vacíes, y luego vuelvas a llenarte de esperanza, de amor y experiencias inolvidables.

México y su diversidad te ofrecen un amplio panorama para sanar, ya sea siendo revolcada por las olas de un mar embravecido en Oaxaca o respirando un aire puro en la Selva Lacandona, Chiapas; si viajas con un corazón roto, poco a poco el mundo irá tomando color, verás la realidad con otros ojos y tú irremediablemente vas a cambiar… el resultado dependerá de ti.

Cuéntame que te pasa y yo te armo un itinerario…

Un país tan diverso y multicultural como México, para una vida resulta sin fin.

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