Rafael (Rafa) Elías
En estos días en que está de moda sacar las verdades y los trapitos al sol, pensé en hacer un “auto-Leaks” llamado “Rafa Leaks” en el cual, con su permiso, me voy a encuerar de cuerpo entero (figurativamente, por supuesto. Esto se trata de informar, no de traumar a nadie).
Quienes me conocen, ya saben absolutamente todo lo que voy a plasmar a continuación; pero a quienes me conocen menos o no me conocen, les quiero dar un panorama lo más completo que el limitado espacio me permite de mi sentir y mi pensar respecto a la “cuarta deformación”, el que fuera “mi partido”, y mi posición ante las alianzas entre partidos y con la sociedad civil.
En primer lugar, confieso que desde el mismísimo principio, hace 20 años más o menos, cuando Andrés Manuel López Obrador realmente se dio a conocer a nivel nacional, este personaje me causó escozor, desconfianza, y antipatía. Irrumpía en el espectro político nacional como una víctima para quien estaba prohibido mencionar actos de vandalismo como la toma de pozos petroleros, jamás haber aceptado los resultados de una elección adversa, sus catorce años para “medio graduarse” de la universidad, y mucho menos, porque ese era el tabú de tabúes, los presuntos asesinatos de su hermano y un compañero que jugaba beisbol con él.
Llegaba conocedor de que la gente se empezaba a hartar del incumplimiento de la promesa de un cambio profundo tras la administración de Vicente Fox (con lo que estoy totalmente en desacuerdo porque entre muchas otras cosas fue precisamente la libertad de acción la que le permitió a López quebrantar las leyes una y otra vez, desobedecer órdenes judiciales, etc., y aún así darse el lujo de quejarse.)
Para mí, este individuo mostró desde el principio su inestabilidad mental con sus exabruptos; mostró su mezquindad, su autoritarismo, su sed insaciable de poder, su terquedad sin límites, y sí, la maldad de su corazón.
Por eso cuando salió el slogan de que “López Obrador es un peligro para México” (hoy ampliamente demostrado), yo añadía: “es un peligro DE MUERTE para México”, desafortunadamente cayendo en oídos sordos ya que en ese entonces aún estaba la mayoría convencida de que eso era una exageración.
Ese es mi primer Rafa Leak. Hay mucho más, pero no quiero poner a prueba su paciencia, ni tengo tiempo ni espacio para expresar todo lo que siento hacia este personaje. Sin embargo, si lo tuviera que resumir un una sola palabra, esta sería “ASCO”.
Mi segundo Rafa Leak tiene que ver con mi confesión respecto a lo que pienso de “mi partido”. O mejor dicho, mi ex-partido; el PAN. ¡Qué manera de tirar por la borda la oportunidad histórica que se nos presentó con la alternancia del 2000!; Se sacó al PRI de Los Pinos, tal y como se había prometido, pero lo dejó marginalmente herido, al grado que se recompondría (o se re-descompondría) nuevamente en tan solo 12 años. Faltó la estocada de muerte en forma de castigo a los corruptos y un verdadero fin a la impunidad. Esto en sí mismo, y con visión a futuro, hubiera despojado a López de uno de sus principales argumentos. Sin embargo, la mayor descomposición se dio con la llegada de Manuel Espino a la Presidencia del CEN, seguido de personajes igualmente egoístas, politiqueros, y ventajistas, que han seguido hasta la fecha. Esto ha dinamitado efectivamente la percepción entre la gente del PAN como la única alternativa decente y humanista.
Este fue mi segundo Rafa Leak.
Y como el espacio se me termina, y también aclarando que tengo aún mucho que decir del punto dos, paso al tercer Rafa Leak.
No creo en la efectividad de las alianzas ciudadanas mientras sigan dominando los egos, las disputas por el “liderazgo total”, el sentimiento de cada líder de cualquier contingente que el o ella son quienes poseen la verdad absoluta, y sigan sin ver por México de verdad y no solo de dientes para afuera; finalmente sean generosos y se organicen en uno, grande, e invencible.
Hoy eso lo veo totalmente imposible. Grupo tras grupo en WhatsApp sigue sin aterrizar a ras del suelo e invitar, incluir, escuchar y atender a los más desposeídos, a las clases medias decepcionadas, y a los abstencionistas. Todo es conferencias, zooms, webinarios, presentaciones … siempre ante las mismas burbujas de gente clase media para arriba, y jamás asignando brigadas de incorporación de los electorados que efectivamente podrían hacer la diferencia; entre quienes de verdad está el futuro del país.
Obviamente estos Leaks son generalizaciones y en cada uno se pueden explicar los matices que existen. Pero como ejercicio de cómo veo la situación del país, aunque sea así por encimita, estas han sido mis confesiones informales.
Sin guacamayas.