El pleito entre el gobernador de Nuevo León y el secretario de Gobernación escaló tonos nada ortodoxos cuando Adán Augusto López calificó a Samuel García, de hipócrita, egoísta e incapaz, en tanto también se lanzó contra Enrique Alfaro, gobernante de Jalisco.
Durante un discurso, pronunciado ante el pleno del Congreso de Tabasco, el funcionario arremetió de nuevo contra el Mandatario emanado de las filas de Movimiento Ciudadano (MC), partido que rechazó la reforma para prolongar la presencia del Ejército en las calles hasta 2028.
El funcionario federal y precandidato a la presidencia de la República, por Morena, volvió a acusar a Samuel García de tener la policía estatal al servicio de los negocios del sector privado.
“En Nuevo León, el gobernador, porque se lo voy a decir con todas tus palabras, actúa con hipocresía y con egoísmo. ¿Saben ustedes cuántos elementos de policía estatal hay en Monterrey y la zona metropolitana? Ahí se llama fuerza civil, hay mil 287 policías que en realidad no prestan servicios de seguridad pública, porque lo que hacen es prestar servicio de vigilancia a empresas privadas, a cadenas de súper, tiendas de conveniencia, a gasolineras”, acusó.
“Y entonces al señor Gobernador se le hace fácil levantar el teléfono, porque no es capaz ni de mandar un oficio y pedir que le manden más elementos de la Guardia Nacional y hoy hay desplegados, entre elementos de la Guardia Nacional y elementos del Ejército Mexicano 8 mil 320 elementos”, añadió.
Y ALFARO, TAMBIEN ALCANZA
“Ya no hablemos de Jalisco, donde el clásico que estaba en España publicó un tuit, a raíz de una masacre, bueno, de un enfrentamiento en Zapopan: ‘Ay, gracias a nuestros militares se evitó una masacre’. Pero no son capaces de actuar con generosidad y apoyar una reforma cómo esta”.
Luego salió en defensa de los estados donde gobierna Morena en los cuales dijo, no es para tanto la inseguridad.
“Pues no llega a tanto, pero sí tenemos, desde luego Zacatecas, Michoacán, donde por cierto en Michoacán se está restableciendo ya la paz en regiones como Aguililla, donde no se podía entrar, ya hoy se respira otro ambiente”.