Óscar Tamez Rodríguez
El titular de Segob, Adán Augusto, desbarró y arengó que los tabasqueños son más inteligentes que los norteños. Sus expresiones xenófobas, discriminatorias, racistas rayan en violación a los derechos humanos plasmados en la Constitución mexicana.
Se equivoca el secretario más importante del gabinete de la 4T, no son mejor los tabasqueños, tampoco lo son los norteños, no existen los mexicanos de primera o de segunda, ni en la ley ni en la práctica, todos tenemos fortalezas y debilidades.
Tengo magníficos amigos tabasqueños, uno de ellos, nuevoleonés por adopción y otro un periodista de Tabasco con quien colaboro frecuentemente y hablamos de historia, valores, cultura, nunca lo hacemos sobre discriminación racial, étnica o geográfica como lo plantea el secretario.
Asumo que usted, estimado lector, también comparte amistades de Tabasco u otras entidades y que no les aprecia por ser foráneos, sino por lo que valen como seres humanos.
Entre los valores que dan orgullo e identidad a los nuevoleoneses se encuentran el trabajo, la afabilidad, generosidad y por supuesto la carne asada, más recientemente los equipos de futbol. Eso no significa que seamos mejores, son elementos que dan identidad regional, aspecto indispensable para la cohesión social.
La identidad fortalece los valores en común entre una sociedad y por consiguiente favorece la cohesión social. Esa identidad garantiza que exista la convivencia armónica, además de sumarse a la identidad nacional que cohesiona a los 130 millones de mexicanos.
Si bien el orgullo de levantarnos al amanecer y trabajar hasta la caída del sol nos da identidad, también nos engrandecen las culturas prehispánicas originarias de Mesoamérica: la olmeca, maya, teotihuacana, mexica, tlaxcalteca; todas originarias del centro y sur de lo que hoy es México, los norteños nos enorgullecemos de esa cultura nacional, como lo hacemos con los elementos hispánicos y sefarditas legados por siglos.
No señor servidor público en su carácter de aspirante a la candidatura presidencial; se equivoca y bien cabe una disculpa pública acompañada de un verdadero acto de contrición por sus adjetivaciones que ofenden a tamaulipecos, nuevoleoneses, coahuilenses, duranguenses, chihuahuenses, sonorenses y californianos, sin olvidar a sinaloenses, zacatecanos, sanluisences y tantos más a quienes por su arrebato los metió en el morral de inferiores a los tabasqueños.
Cada entidad tiene sus rasgos de identidad que los hace únicos, valiosos e irrepetibles; cada una es mejor que otra en algo. Así Tabasco es mejor a Nuevo León en su cultura prehispánica, agua y vegetación; como Nuevo León es mejor a Tabasco en servicios médicos, educativos, desarrollo tecnológico, urbanístico y más. Como ve, no hay uno mejor a otro.
El servicio público no se trata de ofender, se basa en la conciliación, el diálogo y la negociación, no en expresiones rabiosas despectivas y despreciativas.
Si el gobernador de Nuevo León exige mejor trato justo en la distribución de los recursos públicos es porque representa la demanda de un amplio sector de los nuevoleoneses.
Si el gobernador Samuel García miente sobre la inequitativa distribución de los impuestos que envía Nuevo León a la federación, entonces exhíbanlo por su ignorancia, pero si no está equivocado, no tiren puñetazos verbales ante la demanda que hace a nombre del ESTADO LIBRE Y SOBERANO que representa.
No son mejores los tabasqueños, como tampoco los nuevoleoneses, son mejores quienes mejor concilian en bien de todos, aunque no es su caso en este momento.