CLARA VILLARREAL
Un poco de mate y un poco de tereré. No se conoce a un país si no caminas por sus calles, disfrutas su gastronomía local y platicas con su gente. Así fue como probamos la chipá, un pan pequeño en forma de dona hecho con harina de mandioca, queso semiduro, jugo de naranja y un toque de anís, este bocadillo lo encuentras en cada esquina del centro de la ciudad y en sus pueblos aledaños. La moneda es el guaraní, que a nuestro parecer y en relación de la experiencia de nuestro viaje, es una moneda estable. Dentro de Asunción nos dimos una escapada obligada al barrio más antiguo de la capital, el Barrio Loma San Jerónimo, un lugar lleno de color, sus casas y sus bardas están llenas de coloridos mensajes y mucha historia que conocer. Los lugareños abren sus casas y establecimientos para deleitarnos con comida casera típica de Paraguay. Como lo hemos hecho en otros viajes, cada vez que conocemos a los taxistas o Ubers, vamos apuntando sus contactos con quienes hacemos mayor conexión para contratarlos más adelante y hacer viajes más extensos. En uno de estos servicios conocimos a Andrés quien amablemente aceptó llevarnos a conocer los pueblos más cercanos de la capital de Asunción. Iniciamos este viaje con la compañía de Andrés quien nos llevó a conocer los pueblos y algunos lugares más concurridos sobre el trayecto. Llegamos directo a Itá, luego Caacupé, en este lugar conocimos la Basílica de Caacupé donde nos contaron que cada 8 de diciembre personas de todas partes visitan a la Virgen de los Milagros de Caacupé a quien los feligreses le tienen una gran fe. Después pasamos por Tobatí y San Bernardino donde comimos un delicioso buffet en el restaurante O’ Gaucho SanBer. San Bernardino es unos de los pueblos más concurridos fuera de la capital y que cuenta con grandes oportunidades para quienes buscan invertir su dinero. Conocimos el complejo habitacional Aqua Village donde muchas parejas han decidido volverlo su lugar de retiro o de inversión. De ahí seguimos nuestro viaje rumbo al Lago Ypacaraí, pasamos por Altos y terminamos el viaje por Areguá mejor conocida como la ciudad de las artesanías y de la frutilla, nosotros en México la conocemos como la fresa. Que por cierto en Areguá son deliciosas y muy grandes, y su olor es muy fuerte. Pasamos por muchas fábricas de ladrillo, un material utilizado para la mayoría de las construcciones de país. Llegada la tarde regresamos a Asunción donde Andrés nos invitó a casa de sus suegros para conocerlos a ellos y a su novia. Es indescriptible la atención que nos brindaron, así como los regios sabemos atender a nuestros invitados, ellos también prendieron el asador y compartimos tereré alrededor de una mesa de madera hecha por las manos de Andrés. El tereré es la bebida más tomada en Paraguay se conoce por ser la misma hierba del mate; pero a diferencia, el tereré se toma frío lo que lo hace muy refrescante en tiempo de calor. Gracias Andrés, Ani, Blanca y Carlos por abrirnos las puertas de su casa y hacernos sentir parte de su familia. Twitter: @claravillarreal contacto@claravillarreal.com