Monterrey. – Se mantiene latente el fenómeno de la sequía en Nuevo León, y aunque hay pronósticos de lluvias para mayo, las presas están en mejores condiciones que en 2022 el año de la crisis.
Sin embargo, los pozos, disminuyen su aportación, comentó el director de la empresa estatal Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán, quien sostuvo que “entre más pozos, menos agua”.
Un caso más visible es el del Sistema Buenos Aires, en la zona de La Huasteca, al poniente, que el año pasado durante la crisis hídrica llegó a aportar 2 mil 400 litros de agua por segundo, y ahora se le extrae mil 700 litros, explicó el funcionario gubernamental.
“Entre más pozos, menos agua, pozos que daban 100 litros, están dando 80”, añadió.
Actualmente se extraen 9 mil litros de agua por segundo de las tres presas, mientras el volumen de consumo de la zona metropolitana es de poco más de 13 mil litros por segundo.

Además, agregó Barragán, la habilitación de más pozos, someros y profundos en distintos puntos de la Ciudad, nos traerá menos agua de cada uno de ellos.
Pronóstico para el 2023 un año complicado respecto a la posibilidad de lluvias, pero las estimaciones indican que a partir de mayo habría precipitaciones arriba del promedio.
Aunque se ha disminuido la presión durante la madrugada, descartó el funcionario posibles cortes, al menos hasta el verano, porque la expectativa es que durante el año haya agua suficiente para no implementar programas de racionalización.
El titular de Agua y Drenaje de Monterrey no desaprovechó para culpar al gobierno anterior del Bronco de una sobrexplotación de pozos, como el área de la Macroplaza, donde la anterior Administración inició un programa de habilitación de más pozos, y hoy se tienen 22 en una distancia de 800 metros.
La Presa La Boca que se secó el año pasado hoy tiene más del 50 por ciento de agua en su vaso; el Cuchillo cuenta con 47 por ciento y Cerro Prieto con 17.