El impulso que el comercio electrónico ha tenido en los años recientes ha impactado en la demanda de entrega de productos a domicilio, los consumidores de hoy en día no sólo buscan rapidez, sino con eficiencia y que sus productos lleguen en buen estado.
Esto ha representado un gran reto para la industria.De acuerdo con cifras del reporte Last Mile Delivery: What Shoppers Want and How to #SaveRetail de project44, el 84% de los consumidores no volverían a comprar de una empresa con la que hayan tenido una mala experiencia de entrega y distribución de su mercancía.
“Se suele pensar, erróneamente, que una mala experiencia de entrega de paquetes sólo implica la pérdida de una venta. Pero la realidad es que, en un mundo altamente competitivo, las empresas que puedan cumplir con todas las expectativas de usuarios exigentes son las que ganan mercados y, sobre todo, recurrencia de clientes. La logística y el delivery deben entenderse como un brazo igual de importante que marketing o ventas para una compañía”, explica Carlos Pacheco, Director General de Merq, empresa de logística especializada en el traslado de mercancía y almacenamiento.
Más allá de la venta
Según cifras de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), a lo largo de los últimos años el comercio electrónico en México ha crecido a pasos agigantados; en 2020, el incremento de ese canal de venta se dio en 81%, una tendencia que representó crecimientos de 27% a lo largo de 2021. Para 2022, cerca de 75% de los consumidores han aumentado sus presupuestos de gasto en línea.
Pero la presencia del comercio electrónico no sólo implica mayores flujos de transacciones y necesidad de entregas de paquetes. También pone en juego la reputación de una marca y con ello sus posibilidades de crecimiento. Con entregas fallidas, productos perdidos o paquetes dañados, una empresa rápidamente pierde más que ventas cuando no cuenta con servicios de delivery, sobre todo de última milla.
