Raúl Guajardo Cantú
Recientemente el gobernador del estado, Samuel García, aseguró que Nuevo León se convertiría en un centro de innovación y emprendimiento, o que al menos se trabajaría en ese sentido.
Consideramos que ese es un objetivo por demás deseable para el estado por lo que significa en términos económicos, pero dentro de estos, lo que significa para los trabajadores.
Hay que recordar que en todos los años que llevamos de T-MEC, y antes TLC, los salarios ha sido bajos debido, entre otras razones, a que los trabajos que se han creado son de baja calidad y requieren de una capacitación baja o media.
Cuando hablamos de una economía que tiene que ver con el conocimiento, con empresas que requieren de trabajadores creativos, bien preparados, productivos y con iniciativa, en pocas palabras, de trabajadores listos para involucrarse en la Industria 4.0, los salarios dejan de ser bajos y se transforman en remuneraciones que permiten a los empleados tener una vida digna.
Por supuesto que tener este tipo de puestos de trabajo requiere de una determinada infraestructura, energía limpia, trabajadores bien capacitados y condiciones legales apropiadas.
Además, el sistema educativo debe cambiar para poder formar a ese tipo de trabajadores que hoy no existen, a son los menos.
Sí, es bueno soñar en grande, también lo es planear en esas mismas dimensiones y, por supuesto, trabajar para cumplir esos sueños que, por cierto, requieren de un estado en el que la gobernanza sea una realidad y los pleitos entre poderes una excepción.