Roel Guajardo Cantú
Quizá ante la necesidad de formar ciudadanos del mundo como parte de la globalización, hace algún tiempo circuló en las distintas redes sociales la versión de que Japón adoptaría un plan de estudios de educación básica y el equivalente a la media superior, el cual permitiría a sus egresados hablar 4 idiomas, utilizar herramientas de alta tecnología y haber leído más de 50 libros por año durante su formación.
La visión de Japón era profundizar y liderar la globalización aprovechando el uso intensivo de la tecnología. Hablamos de una globalización que, precisamente, lo único que no permite es el libre tránsito de personas por todo el mundo.
Hoy vivimos un momento distinto, si hace ya algunos años el proceso de globalización mostraba signos de agotamiento, hoy se presenta un movimiento hacia la formación de bloques geoeconómicos, subrayando específicamente el aspecto geográfico por razones que están fuera del ámbito de interés de este artículo.
Hay sin embargo, un aspecto que no puede dejarse de lado pese a este significativo cambio en el mundo en que vivimos es el uso intensivo de la tecnología porque el joven debe saber resolver los problemas concretos utilizando herramientas que dominan el mundo que le rodea.
Las instituciones educativas, los sistemas educativos en general, principalmente los públicos que tienen como objetivo promover la movilidad social supliendo las diferencias de origen socioeconómico, deben formar personas con un alto nivel tecnológico, con grandes conocimientos de las llamadas STEM, Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés, pero al mismo tiempo deben formarlos para entender el contexto en que estas materias son útiles a las sociedades.
En ese sentido nos parece un acierto el que la Nueva Escuela Mexicana, NEM, utilice el método de proyectos para llevar a cabo el proceso educativo, ya que implica tomar en cuenta el entorno en que este se desarrolla y recuperan los saberes populares.
En el perfil de egreso de la EMS se busca que el alumno, entre otros aspectos, indague “sobre una situación, fenómeno o problemática y divulga los resultados de su investigación para beneficio de sí mismo o el medio que le rodea”. En otras palabras, que tenga capacidad para investigar acerca de su realidad, también se pide que tenga un pensamiento matemático tal que le permita modelar las soluciones a problemas de todo tipo.
Con relación a que debe estar consciente de su realidad y del contexto de esta, el perfil del egresado establece que el joven debe asumir “que se encuentra inmerso en un proceso histórico, lo cual le posibilita a responsabilizarse de la construcción del futuro, tanto en lo individual como en lo social”.
Conforme a los contenidos curriculares los egresados de la NEM deben de dominar los conocimientos básicos para valorar contenidos, comprender su entorno, interactuar, explicar la realidad en la que viven y transformarla; así como tomar decisiones sobre su vida personal, profesional y social.
Valorará y comprenderá la función de los ecosistemas para la salud, la vida y la sustentabilidad del planeta; se asumirá como un agente de transformación para construir una sociedad más justa y equitativa.
También se establece que el joven debe concebirse como un ciudadano digital, crítico y que sabe utilizar las herramientas digitales que se utilizan en la actualidad. Por otra parte, y por lo que respecta a las distintas materias del plan de estudios se establece que debe tener una postura netamente científica, comprendiendo las leyes de la física, respetando la ecología y, al mismo tiempo, formándose una conciencia social.
No obstante lo amplio de este tipo de perfil de egreso, se parece mucho a las generalidades que desde siempre se han presentado en este rubro, por ello es importante que se avance más allá de este punto educativo. Los alumnos, en el caso de México, si tienen que tomar en cuenta el contexto en que seguramente se desarrollarán en su vida, deberán ser capaces de dominar el idioma inglés, así como el francés, además, obviamente del español, en función de que seguramente se desenvolverán en los próximos años en el bloque geoeconómico de América, principalmente en el de América del Norte.
Vivimos un momento especial debido a las condiciones geopolíticas que se están presentando y que tendrán un impacto en el mediano y largo plazo, el llamado nearshoring, o relocalización de las plantas de producción, representa una oportunidad histórica para el crecimiento de nuestro país.
Esa oportunidad podrá aprovecharse solo en la medida en que, entre otros elementos, contemos con personas altamente capacitadas, conscientes de su historia, del significado de las ciencias y las humanidades en el momento actual.
En caso contrario, es probable que la coyuntura no sea aprovechada debidamente y solo tengamos la oportunidad de recibir aquellas inversiones menores que otros países no estén interesados en aceptar.
La educación es un factor importante, el modelo de la NEM, interesante, pero es necesario visualizar que, tal y como está planteado hoy, presenta algunas zonas de riesgo que pueden impactar de manera negativa en nuestros jóvenes.