Roel Guajardo Cantú
En artículos anteriores hemos analizado la forma en la cual se está planteando la Nueva Escuela Mexicana, sus aspectos más luminosos y algunos no tanto. Consideramos que es momento de analizar el Marco Curricular Común para la Educación Media Superior, MCCEMS2022, en cuya base se encuentran las herramientas para lograr el acceso al conocimiento, estas están formadas por los recursos sociocognitivos, base de todo el currículo de este nivel educativo, las cuales tienen una trayectoria transversal en este.
Las herramientas son: a) la comunicación, b) el pensamiento matemático, c) la conciencia histórica y d) la cultura digital.
Estos recursos constituirían los necesarias para lograr un objetivo que, si hacemos memoria, se ha planteado desde finales de los años sesenta del siglo pasado: el de aprender a aprender, acerca del cual han escrito estudiosos de la talla de Lev Vigotsky, Jean Piaget o Jerome S. Bruner. Este objetivo busca lograr un metaconocimiento en el sentido de que se refiere a la consciencia del proceso de aprendizaje propio.
Dentro de los elementos que forman el MCCEMS2022 se encuentran aquellos que se consideran la base común “de la de la formación multidisciplinar del currículum fundamental”, los cuales son entendidos como conocimientos de trayectoria entre los que se encuentran:
“➢ las ciencias naturales, experimentales y tecnología,
➢ las ciencias sociales y
➢ las humanidades”,
Conforme al Acuerdo Secretarial 17/08/22 la convergencia de estos puntos se considera necesaria “para formar una ciudadanía con una formación integral que permita transformar y mejorar sus condiciones de vida y de la sociedad”.
Si nos detenemos a analizar estos contenidos y el objetivo declarado de los mismos, también nos daremos cuenta de que estamos frente a metas planteadas en los años 70 del siglo XX, tendríamos que remontarnos a textos como “A dónde va la educación” y “Aprender a aprender”, ambos promovidos por la Unesco en aquel tiempo.
Independientemente de la temporalidad, conviene señalar que el MCCEMS2022, dentro de la Nueva Escuela Mexicana, NEM, busca partir de los saberes compartidos en la comunidad educativa, para construir con ellos como base, los conocimientos que deberán formar parte de la vida de los estudiantes.
Hasta aquí vemos lo que pudiéramos llamar “tronco común” del bachillerado, las bases sobre las cuales se construye el perfil de egreso en los distintos subsistemas como CEBETIS, CEBETAS, CECYT, CONALEP, Bachillerato General, entre otros.
Cada Subsistema Nacional o Institución debe analizar la forma de llevar a la práctica la malla curricular, con todo lo que ello implica: determinar cuántas frecuencias por cada materia o módulo se deben incluir; para los Colegios Estatales y planteles el desafío sería la distribución de cargas académicas a los maestros, un proceso que involucra aspectos académicos, administrativos y laborales; también la capacitación para aquellos maestros que siendo del área de estudios deben conocer los nuevos contenidos y aspectos novedosos del MCCEMS2022.
Todo en un periodo de 180 días después de la publicación del Marco Curricular en el DOF, los cuales se cumplen aproximadamente al inicio del semestre de agosto próximo.
Esto ejerce una presión para los Subsistemas Nacionales, Colegios Estatales, planteles y la misma Subsecretaría de Educación Media Superior, a efecto de cumplir a tiempo con los cambios que establece el Nuevo Marco Curricular Común.
Por cierto, no solo se trata de actualizar a los maestros en los nuevos contenidos, sino en los métodos y técnicas didácticas involucradas, en las concepciones pedagógicas que sustentan tanto el diseño de la malla curricular, como su didáctica y, por supuesto, la evaluación que se involucra en este nuevo proceso.
El éxito final depende de que el modelo sea instrumentado correctamente en cada uno de los planteles, que cada maestro interiorice los objetivos, los métodos y los contenidos del nuevo MCCEMS2022. Creemos que no es una tarea menor.
Hasta aquí nos hemos referido a la parte común del bachillerato, faltaría analizar aquella otra en la cual los alumnos adquirirán los conocimientos y destrezas correspondientes a la especialidad en la que estudiarán, principalmente aquellas instituciones que forman a los jóvenes para el trabajo.
Coincidimos con el hecho de que el joven debe conocer sus orígenes, debe tener una visión clara de su historia, de la cultura que ha dado pie al mundo que hoy vivimos y de ser crítico con relación a esta, así como también en que debe ser capaz de manejar las herramientas que forman las bases de la vida económica actual, en la cual el sector terciario, los servicios, tienen primacía sobre los sectores primario y secundario, los cuales por cierto, se han beneficiado de la tecnología para ser más productivos.
Consideramos que incluso quienes se forman para los sectores primario y secundario de la economía, deben enfatizar el uso de la tecnología de punta en esos campos.
Incluimos en el sector terciario de la economía a la llamada economía digital, en la cual no solo basta con ser usuario de los desarrollos tecnológicos más actuales, sino también el ser capaces de producir nuevos desarrollos, sobre todo en la EMS que forma profesionales técnicos.
Sería por demás conveniente que la cultura y conocimientos digitales que se ofrecen en la EMS enfaticen el pensamiento matemático y algorítmico además de la promoción de la cultura digital, conocimientos que constituyen las bases para la programación, para la creación de herramientas digitales.
Sabemos que es difícil, más para los maestros que estarán al frente de un grupo, pero en virtud de que formaremos jóvenes para un mundo dominado por las herramientas digitales, sería conveniente analizar el peso de estas en la malla curricular. Buscar un equilibrio en la cantidad de frecuencias de los diferentes componentes de formación, considerando las habilidades y competencias que exigen los nuevos tiempos.