dom. Dic 22nd, 2024

Por Salvador Hernández LANDEROS

Tan sencillo que es hacer lo práctico. Y la magia de entender que más vale tener que decir y no que le digan. Así lo entendió el alcalde de Santiago.

David de la Peña Marroquín, se quejó del abandono a la carretera que lleva a parajes como la “Cola de Caballo”, “Laguna de Sánchez” y otros más.

A El Norte le informó que “había cientos de baches y zonas peligrosas sin barandales de contención que ponían en peligro a los paseantes”. (sic)

El alcalde del “Pueblo Mágico “aseguró que “esa carretera tenía al menos seis años sin recibir mantenimiento”. Olvidó que hubo pandemia y crisis hídrica.

En este espacio le dijimos: “que se pasa de vivo. No tiene dinero para tapar 360 baches, pero el recurso le sobra para promocionar su imagen”. (sic)

Pero ¿Qué creen? El alcalde entendió el mensaje y se puso las pilas. Se abocó a tapar los baches y con recursos propios reparó las carreteras citadas.

Señaló que “invirtió medio millón de pesos, más la mano de obra, para hacer el trabajo que le correspondía al Estado y dar seguridad a los visitantes”.

De la Peña entendió que trabajar por el bien de los ciudadanos se gana más imagen, cierta y real. Miles de visitantes verán que en Santiago se trabaja.

Tampoco vale echar culpas a otros. La voluntad de trabajar anula la crítica. Eso de apoyos oficiosos y papeleo oficial y burocrático, queda en eso, en papeles.

Con la misión cumplida, dar seguridad a los visitantes a Santiago, le permitió al alcalde ir de vacaciones, como debe ser, con la familiar. Lo anunció en FB.

Y la suerte le favoreció. Lamentablemente, la esposa del alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, sufrió percance vial en Santiago. Y De la Peña no tuvo culpa, él tapó los baches.

chavalolanderos@yahoo.com.mx

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