Por Salvador Hernández LANDEROS
Samuel García anunció que en AyD había una “mafia” encabezada por el director de operaciones, Juan C. Pulido, a quien se refirió como “El Corleone”.
Haciendo alarde, hace año y medio, dijo que Juan Carlos Pulido tenía un socio de alto nivel, Juan Manuel Rodarte, el director de Administración y Finanzas.
Al “Corleone” le encontraron 90 automóviles de lujo a nombre de una Sociedad Anónima e irregularidades por un monto superior a los $240 millones.
En el mes de febrero, del 2022, anunció que en la “mafia” de AyD estaban involucrados 16 funcionarios más que fueron denunciados penalmente.
A que no saben qué. Ya han transcurrido 14 meses y no hay ningún miembro de esa “mafia” detenido y menos encarcelado, al igual que el “Corleone”.
El tiempo pasa y ya se olvidó al “Corleone”. Pero en el Nuevo Nuevo León parece que, si no se le detiene a tiempo, vendrá la versión del “Cuñarleone”.
Hace días, El Norte hizo varias publicaciones sobre el cuñado de Samuel García, actual alcalde del municipio de Terán, esposo de una de sus hermanas.
Daniel Sánchez Quintanilla, por su relación con el gobernador, ha tenido varias encomiendas muy generosas, como la de “apoyar” a jóvenes lideres sindicales.
Al alcalde, El Norte lo cachó en la mentira. Lo exhibió vacacionando en Egipto acompañado de la familia, incluyendo a su hermano y al cuñado de él.
O sea que, “El Cuñarleone” llevó de paseo a su hermano Abraham, subdirector Comercial de AyD y reporta directamente a Juan Ignacio Barragán, el director.
Además, el primer cuñado del Estado, cargó con su cuñado Luis Gabriel Garza, esposo de su hermana y registrador del Séptimo Distrito en Montemorelos.
La historia aún no termina. “Cuñarleone” anda con los faraones y el cuñado Samuel en Alemania. ¿Los saca éste, o no, de la nómina estatal? ¡Apuéstenle!