La industria financiera mexicana ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años, sin embargo, aún hay un gran número de personas que no están bancarizadas. Esto se debe en gran medida a que el sector financiero no ha atendido adecuadamente las necesidades de este segmento de la población. De acuerdo con el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2022, entre 2018 y 2021 la población con acceso a algún servicio financiero aumentó 10%.
Las personas no bancarizadas y sub-bancarizadas tienen necesidades financieras que quedan soslayadas por la industria financiera mexicana. No obstante, existen plataformas especializadas que se han enfocado en atender estos “dolores”.
“Los requisitos de la industria financiera, así como las pocas facilidades de acceso y claridad en sus productos y servicios han alejado a los usuarios. Por ejemplo, en el caso de los seguros, los mexicanos saben lo importante que es contar con uno, pero la desinformación (como creer que todos son muy costosos) o malas experiencias con algunas compañías lo han llevado a no optar por estos servicios”, explica Álvaro Madrigal, CEO y Cofounder de Mi Compa, insurtech mexicana que busca acelerar el crecimiento de sus usuarios (compas), a través de productos financieros 100% digitales, seguros y ágiles.
Según registros de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solamente 49% de las personas entre 18 y 70 años cuenta con algún producto financiero formal, sin importar si se trata de una cuenta de ahorro bancario, un crédito o financiamiento—desde un auto hasta una hipoteca—o incluso un servicio de inversión a mediano o largo plazo.
De acuerdo con Mi Compa, estos son los 5 “dolores” que la industria financiera mexicana no está atendiendo:
1) Baja oferta de productos para sectores de bajos ingresos
2) Desconfianza hacia los servicios financieros
3) Falta de educación financiera
4) Altas comisiones y requisitos
5) Falta de infraestructura tecnológica