Gerson Gómez

El arte de difamar. Pegan. Lapidariamente sacan sus conclusiones. Dan por sentado una forma de reacción violenta. Persiguen a quien resulta no responsable. Al lanzar una declaratoria de extrañamiento, incluso afirmar, por encima de una denuncia con la autoridad competente. Hasta ahora nada. Rebobinar la historia. Machacar con lodo. Al frente de la batucada, de los colectivos comunistas, del acuerdo de Sao Paulo, del pañuelo morado, verde y encapuchadas con gasolina, sarolo y mariguana, viene marchando la secretaria de Participación Ciudadana. La doctora Ximena Peredo Rodríguez, vinculada a proceso por difamación. Ella, quien, si ha sido denunciada, amparada por un juez de Tamaulipas para no ser destituida por el Congreso del Estado. Ex activista, escondida en el gobierno estatal de Samuel García Sepúlveda, asoma la cabeza, al firmar un desplegado de desprestigio contra el escritor Felipe Montes. Ximena durante una campaña sucia del grupo reforma, lo llamó de formas viles y no le permitió el derecho de réplica. Es Ximena, quien ya asistió a la primera comparecencia legal. Sus dichos tan poco aseados y sin corroborar, solo por instrucción de sus ex empleadores, los socios mexicanos de la secta sexual Nxvim. La demanda en contra de la ahora secretaria de Participación Social, protegida por el Nuevo Nuevo León, es 20 millones de pesos como reparación del daño. Samuel, por el bien y por la salud de su gobierno, debe separar del cargo a Ximena. Corresponde a la lógica del buen gobierno, cortar por lo sano. Los raspones de las profesionales del arte de difamar encontraron la veta, después de seis años y después de una semana. Viene ya la segunda cita para Ximena. La declaración por posiciones. Peredo se defiende, con el consejo de sus abogados, no de su inocencia, sino por la prescripción por tiempo del delito de difamación. Ximena Peredo es ya un ejemplo claro del periodismo salvaje y desaseado. Deudora en camino al despeñadero. Eso si es real. Esta película ya la vi. Denunciada y en proceso judicial ya perdido. Hasta cuando Samuel… sonico2@hotmail.com