Gerson Gómez
Se quemaron muchos de los actuales secretarios del gobierno de Samuel García Sepúlveda. Hubo la necesidad de recurrir a las salas de los juzgados. Crear controversias al acoso del legislativo. A los incondicionales, los del abrazo fuera de oficina, les consiguieron amparos. La gobernabilidad de Nuevo León naufragó. El secretario de gobierno carece de oficio. Sus negociaciones resultan bobería. Cualquier diputado federal de MORENA o del PT, con carácter, como Noroña podría derrumbar toda la paz social. Son tantas las carpetas de investigación en manos de la secretaria de Gobernación Federal, en la oficina de Adán Augusto, como para recogerle el pasaporte al gobernador y vincularlo a varios asuntos inmediatos. En la computadora personal de Samuel, le han llegado sus consejeros familiares, nombres para suceder, sacrificar, a los responsables de AYD, Parque Fundidora, Participación Ciudadana, CONARTE, Cultura, Turismo, Comunicación Social, Economía y hasta el DIF. Quienes se esconden en Movimiento Ciudadano, en la simulación política de la pérdida del tiempo, con recursos del erario público, no van a resistir el asedio de los caciques panistas y del pri. Samuel deberá citar, ya sea en Nuevo León o en alguno de sus eternos viajes de turista a sus secretarios. Explicar cómo el proyecto requiere de la solidaridad, la disciplina y jugar banca, mientras las aguas se calman. Ejemplos varios son. En participación ciudadana, la figura mellada de la doctora Ximena Peredo Rodríguez, como su distención por su falla profesional como ex editorialista fallida del grupo reforma, escandalizó a todo el gabinete. Aun organizando, desde las sombras y con la ayuda de sus subordinadas, desde las oficinas y el equipo de cómputo de la S.P.C. a sus exaliadas, los colectivos feministas, con quienes no participó el día de la mujer. Samuel ya tiene la solución en mano. Le pedirá a la señora Indira Kempis, su compañera de fórmula en el senado, pedir permiso y venir a encabezar esa área substantiva. Solo falta la coyuntura, el enrute. Para la salida de la ex activista lengua larga, disfrazada de defensora de las causas perdidas.