dom. Dic 22nd, 2024

Gerson Gómez

Lo hicimos llevados por la duda. Alentados por la novedad a lo incierto. Dentro del paquete las indicaciones sencillas y pulcras. Incluso para quienes somos distraídos en la naturaleza de los manuales. Devuelto a los laboratorios. Dos meses para procesar la información. Ceder a los resultados. Para casos de quienes deseen establecer comunicación a esa cadena ascendente. La prueba del DNA no es solo el mapa de la evolución. También de los migrantes, del amor y de pasajes oscuros de quienes sobrevivieron. Perdimos los apellidos. Diluidos en las geometrías para la supervivencia de sus lazos de fe. En la oscuridad de los tiempos la línea conserva las señales. Carecen de rostros. De forma de cabeza. Calvicie o abundancia de cabello. Altura media o defectos congénitos. El archivo abierto precisa las callejuelas, avenidas y las vías rápidas. Emerger de la pila bautismal de las palabras. Sobrevivieron al clima, las nuevas enfermedades o los hábitos insanos de la pobreza. Papá y Mamá aportaron el material genético. La sumatoria de sus ideales de los años 60 y 70. La báscula se inclina a un no tan largo conteo de espacios físicos tan alejados o próximos. Dieron el norte sobre los dichos del abuelo materno, las pocas palabras de mis abuelas o el silencio mortuorio del abuelo paterno. Llegó a tiempo. Al conteo del cero. Hoy es lunes al sol. A levantar el rostro. Dedicar un minuto y agradecer a todos ellos. La cacería de la historia personal concluyó. sonico2@hotmail.com

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