● Los sesgos en la información, la privacidad y seguridad de los datos son algunos riesgos del uso de IA en laboratorios
La Inteligencia Artificial en el sector salud permite ofrecer diagnósticos más seguros, reducir tiempos para la creación de medicamentos o mejorar el control de pacientes crónicos. De acuerdo con el Banco de Desarrollo de América Latina, se estima que a nivel global la IA en el sector salud superará los 36 mil millones de dólares para el año 2025.
Aunque el sector tiene un crecimiento prometedor, existen diversos riesgos con algunas herramientas que utilizan la Inteligencia Artificial para el análisis o capacidad de diagnóstico de enfermedades, cuyos sistemas no comprobados podrían inducir a errores por parte del personal de salud o causar daños a los pacientes.
“En el caso de los laboratorios, la adopción de la Inteligencia Artificial contribuye a automatizar tareas, pero a la vez existe un gran reto de que los algoritmos de IA aprendan y mejoren su rendimiento para cumplir de forma eficiente estas labores. En este sentido se requieren de grandes cantidades de datos para su entrenamiento adecuado, ya que si la información es escasa o imprecisa se generan resultados inexactos o poco confiables”, explica Tamara Chayo, CEO y Founder de MEDU Protection, startup mexicana dedicada a la fabricación de indumentaria médica sustentable y segura.
Aunque la Inteligencia Artificial desempeña un papel fundamental en la vida de millones de personas, recientemente la UNESCO publicó una recomendación alusiva a la IA a fin de promover esta herramienta digital de manera responsable, inhibiendo su uso malicioso o con fines que fomenten la desigualdad o divisiones.