Ixtoc Hinojosa Gándara
Algunos piensan que al renovar la sangre joven de los líderes políticos puede traer virtudes y muy pocos vicios, lamento decirles que no es así. Para muestra tenemos dos botones, el Gobierno Estatal de Nuevo León, encabezado por Samuel García Sepúlveda y el Gobierno Municipal de Monterrey, el cual tiene al frente de la administración a Luis Donaldo Colosio Riojas. Con ese cambio de timón tan brusco se tiran a la basura la experiencia de muchos y muy buenos funcionarios públicos.
En el caso del Gobierno del Estado se ha mostrado una fuerte incapacidad para prestarse al diálogo con las demás fuerzas políticas del estado, sin entender que la conformación del Congreso fue una expresión de la ciudadanía nuevoleonesa al no darle al partido naranja el triunfo en ninguno de los 26 distritos locales, por lo que no tienen ningún diputado o diputada por mayoría. Por lo cual es muy claro que el mensaje ciudadano fue diálogo y concordia, algo que está muy lejos de las intenciones del gobernador. Ha tenido este Gobierno Estatal señalamientos de malos manejos administrativos en educación, seguridad y otras áreas en donde los nuevos funcionarios han demostrado una incapacidad para ejercer sus cargos de manera eficiente y eficaz, recordemos que la incapacidad también es corrupción.
En el caso del Gobierno Municipal de Monterrey existen múltiples señalamientos del mal manejo de los recursos e inclusive de actos claros de corrupción. Ahí es donde surge nuevamente los casos en Tránsito de Monterrey y en Adquisiciones, las tropelías hechas en la Dirección de Ingresos, las cuales el alcalde denunció ante la fiscalía anticorrupción tratándose de lavar las manos de la mala elección de los miembros de su equipo de gobierno.
Además de señalamientos muy graves en el área de Protección Civil como acoso sexual, además de actos de corrupción en diferentes hechos, como en las construcciones donde desgraciadamente han existido pérdida de vidas humanas, en estos últimos casos ante el miedo de una clausura definitiva de las construcciones es evidente explicarnos el porqué de la falta de denuncias. También es un hecho contundente la exagerada tardanza en el otorgamiento de licencias de construcción y anuencias para la venta de bebidas alcohólicas en diferentes comercios, frenando con esto el desarrollo económico de una ciudad tan importante.