sáb. Dic 21st, 2024

Gerson Gómez

La frase evangelística es contundente. Ha sido usada a lo largo de dos mil años. Su autor, San Juan, bajo inspiración divina, nos lo enseñan en la escuela dominical, logró conjuntar en seis palabras, toda la simbología del cristianismo. Ese mismo enunciado es el lema de nuestra Facultad de Ciencias de la Comunicación de la U.A.N.L. Desde la vida estudiantil, casi tres décadas atrás, convivimos con varias de las generaciones ahora ejerciendo en diferentes puestos, desde los extrovertidos con carisma hasta los directivos, enlodados en el cieno de la política. Observamos algunos estimados compañeros, dar la vuelta a sus creencias políticas. Del dos de octubre no se olvida, a besar la mano de muchos cómplices de la guerra sucia en México. Incluso otros, sin autoridad moral, al revolcón multifactorial. El hambre es canija, funciona de tarjeta de presentación. Piezas de entramado en Acción Nacional. Nada confiables. De triple rostro. Sucios por fuera. Por dentro carecen de dignidad y decoro. La facultad de Ciencias de la Comunicación de la U.A.N.L. es el reflejo de la época. Monstruosidades ambulantes. Desde la coordinación, con Mario Rojo a la cabeza, el alumnado está más cerca al Only Fans, al desnudismo político y social. Determinar causales o repartir responsabilidades llevaría directamente hasta la rectoría, a la persona de Santos Guzmán. Negocios familiares, empresas fantasmas o factureras. Todo queda en las manos de muy pocas felicidades. Incluso Mario Rojo, después de toda la maraña de intrigas, presume el respaldo de Santos, pero más, ya no tanto del PRI o de su padrino Carlos Barona, sino de Movimiento Ciudadano, de Samuel García y varios de su primer círculo. Solo así se entiende, la caída de la calidad académica, moral y decencia. En el principio era el verbo. Todo es fuego. Acción. Una mecha corta por hacer explosión. sonico2@hotmail.com

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