De frente y de perfil

Ramón Zurita Sahagún

Es culpa de la política, de los actores políticos, de la desidia de la gente o simplemente apatía y desinterés de una ciudadanía que está harta de los conflictos de todo tipo surgidos de las lides políticas y con dificultades acude a las urnas a sufragar.

La semana próxima quedarán definidas las dos principales candidaturas presidenciales, por lo que el pueblo podrá sopesar bien por cual de ellas votar y contará con el tiempo suficiente para evaluar las ofertas de cada uno de los grupos contendientes.

Partidos y candidatos o candidatas deberán evaluar la forma de proyectar las campañas políticas, para poder atraer al mayor número de votantes y hacer de los comicios presidenciales una verdadera fiesta de la democracia.

Lo visto hasta ahora no parece satisfacer a nadie, con todo y que las campañas anticipadas le pusieron algo de sabor con las seis corcholatas danzando por el todo el país, mostrado su músculo y el de sus partidos, mientras que las del frente opositor entretuvieron un poco, aunque el final estaba anticipado, luego de las bajas de algunos de los aspirantes.

Hay quienes ven un fracaso en la forma en que se operó la estrategia de la alianza constituida en el Frente Amplio por México, ya que no se concluyó con la prevista asistencia a las urnas.

Sin embargo, para los opositores es prioritario mantener la unidad y dar paso a quien luzca más atractivo para los electores.

Xóchitl Gálvez llegó con todo el potencial para sobresalir sobre sus antagonistas, pues el propio Presidente de la República le proporcionó las herramientas necesarias para su crecimiento. Ella, simplemente vio la conveniencia de basar su estrategia en su estilo contestatario y de simpatía.

Beatriz Paredes sorprendió con su repunte y con haber llegado a la final y no porque se desconozcan las aptitudes y el oficio político de la tlaxcalteca, pero sí porque sus habilidades las había dejado guardadas durante mucho tiempo y no las usó siquiera en su competencia por el gobierno del DF en 2012 cuando los priistas ganaron casi todo y ella fue enviada hasta el tercer lugar en la capital del país. Beatriz se había refugiado en la comodidad de los cargos plurinominales y los de gobierno. Ahora nos mostró que sigue siendo una buena oradora y que abandonó la abulia de hace años para regresar a ser una buena operada política que puede contribuir en una ardua campaña electoral.

En los próximos días se conocerá el nombre de la persona que abanderará al partido gobernante y sus aliados, el que, sin duda, será el de Claudia Sheinbaum, la ex jefa de Gobierno de la CDMX, lo que pondrá interesante la contienda que será, principalmente, entre dos mujeres, aunque MC continúa enfrascado en presentarse como una tercera vía con un candidato varón.

Competir dos mujeres y partiendo como favoritas hace posible que México tenga su primera mujer presidenta, lo que deberá ser un atractivo para llamar la atención de la siempre abúlica ciudadana, para que acuda masivamente a las urnas.

La elección de 24 será sumamente atípica, ya que por vez primera en 93 años no tendrá a un militante del PRI ni del PNR o PRM como candidato presidencial.

Antes, los partidos se sumaban al Revolucionario Institucional, como se volvió una costumbre que lo hicieran PARM y PPS, pero ahora el PRI va en una alianza con sus antaño adversarios PAN y PRD, donde el candidato será mujer y no militante del tricolor.

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