Raúl Guajardo Cantú
En distintas ocasiones Jorge Castañeda se ha burlado abiertamente del curso de acción seguido por Marcelo Ebrard, asegura que puede saberse qué hará el exsecretario de Relaciones Exteriores y exjefe de gobierno de la CDMX, ya que existe un concepto científico que explica su actuación, con sarcasmo señala que el concepto fue acuñado en Harvard y tal concepto es “El Camachazo”.
Por supuesto que Castañeda se refiere a que Ebrard seguirá los pasos de su tutor, Manuel Camacho Solís, quien en 1994 dilapidó un importante capital político debido a su falta de definiciones ante lo que él consideraba una traición por parte de Carlos Salinas de Gortari.
Parece que el tiempo le está dando la razón a Castañeda ya que el anuncio de Ebrard en el sentido de que lanzará su propio movimiento político llamado “El camino de México”, el cual algunos quieren comparar con Morena de AMLO debido a que ambos surgieron de una inconformidad con el partido en el cual militan o militaban.
No hay tal comparación, o al menos consideramos que no cabe realizarla, ya que mientras AMLO tenía un capital político y una imagen de ser un luchador de la política, Marcelo es reconocido más por sus capacidades intelectuales, que no son pocas, sus habilidades como eficiente gobernante, pero no como un luchador social.
Ebrard parece más bien estar siguiendo la ruta de su extutor, Camacho Solís, quien formó su partido después de pelear con el PRI, pero a diferencia de aquél, a Marcelo le juega en contra su edad, ya no es un joven que pueda esperar años para sacar adelante su movimiento, lo más probable es que va a intentar fundar un partido del corte del que fundó Manuel Camacho, el del Centro Democrático, dirigido principalmente a las clases medias ilustradas.
Por razones que solo él conocerá no aprovechó el momento favorable para él, y lo decimos nosotros a toro pasado, el cual era antes del inicio del proceso interno de Morena, hoy ya parece irrelevante lo que haga o deje de hacer el exsecretario utility de Andrés Manuel.
No lo va a hacer, pero quizá su mejor oportunidad estaría en negociar con el Frente Amplio por México, quizá no quiere confrontarse con AMLO, pero si esa iba ser su respuesta final quizá debería preguntarse, como la canción: y todo ¿para qué?