mié. Sep 18th, 2024

Lucas, el médico amado, hace una investigación diligente para escribir en orden todo lo relacionado con la vida y obra de Jesús, pero específicamente del Espíritu Santo obrando a través de él.

Mateo investigó también, pero desde su perspectiva de recaudador que ya no contaba las riquezas del mundo, sino del Reino de Dios, escarbó en la ley y en las genealogías para describir los ancestros de Jesús y le era necesario contar la historia de José, su padre adoptivo.

Porque como cada varón, pudo dudar de lo que estaba sucediendo con su prometida.

Y nos cuenta cómo nació Jesús, el Mesías: su madre, María estaba comprometida para casarse con José. Pero antes de que vivieran juntos, se supo que ella estaba embarazada. José era un hombre bueno y obediente a la ley de Dios. Como no quería acusar a María delante de todo el pueblo, decidió romper en secreto el compromiso.  Mientras pensaba en todo esto, un ángel de Dios se le apareció en un sueño y le dijo: «José, no tengas miedo de casarte con María. El Espíritu Santo fue quien hizo que ella quedara embarazada.

En un tiempo en que no había pruebas de ADN, Dios habló a José y le dijo las mismas palabras que a María: que era del Espíritu Santo y que llamarían su nombre Jesús, porque cuando Dios habla se encarga de dejar muy claro Su Plan a todos los que va a involucrar en él.

En pocas palabras y en una interpretación personal, lo que Dios le dijo a José es: Efectivamente José, ese hijo no es tuyo, es Mío, tú lo vas a educar y lo llamarás Jesús.

El día que usted sienta dudas, temor y le angustie su paternidad o maternidad recuerde esto: los hijos no son nuestros, son de Dios, y a nosotros nos corresponde educarlos con temor y temblor, porque nos pedirán cuenta de ellos, porque Dios les ha puesto nombre y tienen un propósito.

Y puede investigar todo lo que guste, Dios nos ha dado la ciencia para probar y ver que Él sigue siendo Dios, sigue teniendo control de todo y sigue confiando en que usted y yo podemos hacer el trabajo de enseñar a Sus hijos quién es Su verdadero Padre, para que reciban su herencia y administren Sus negocios fielmente.

¿Crees esto? Habla con Dios, lee la Biblia y descúbrelo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.

Lc. 1 | Mt. 1

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